El Vasa hoy El que esta obra de arte se hundiera a los 15 minutos de haber salido a la mar, indudablemente fue un fiasco para todos los que lo habían admirado y habían puesto en él sus esperanzas como arma de guerra. Pero para los mortales que hoy estamos en este mundo ha sido una suerte, ya que gracias a aquel prematuro hundimiento, en un ambiente en el que se pudo conservar excepcionalmente bien, hoy podemos estudiarlo y contemplarlo con casi todo el esplendor que tenía cuando naufragó. Después de haber permanecido en el fondo más de 300 años, presentaba un aceptable estado de conservación debido a que estuvo enterrado en el fango a muy bajas temperaturas, en una zona de baja salinidad del agua y sin animales xilófagos, como la broma, que no es ninguna broma, ya que se trata de un pequeño molusco parecido a una voraz carcoma marina. Hoy el barco puede ser visitado en el Museo Vasa de la isla de Djurgården, en Estocolmo. Desde diferentes niveles, el público puede contemplar el casco, el bauprés, los palos machos de su arboladura, los cañones y otros objetos de esta joya de otros tiempos. Y en diversas salas se pueden contemplar muchas se sus tallas y otros elementos rescatados de su interior, piezas originales en un 95 por 100, que son protegidas y periódicamente rociadas con sustancias que permiten su preservación. De otra manera desaparecerían en poco tiempo por haber estado inmersas en el agua del mar y enterradas en el fango durante tantos años. LA MAR EN LA FILATELIA Silueta del Vasa grabada por Slania. El Vasa en la filatelia El rescate del pecio del Vasa ha permitido recuperar muchos de sus elementos decorativos, que junto con el casco del galeón son magníficos motivos para sellos de correos de diversos emisores, principalmente de Suecia, que fue quien lo construyó y quien vela ahora por su conservación. La silueta del barco, muchas de sus tallas, el beque de proa con su bello mascarón representado por un león, el muy trabajado espejo de popa con sus cinco filas de figuras, dos leones con un escudo y otros elementos y objetos aparecen en estos sellos, de los que destaca una serie emitida por Suecia, con estampas realizadas por el excelente grabador polaco Czeslaw Slania, que son un justo tributo al recuerdo de aquel gran barco de otros tiempos. Marcelino GONZÁLEZ FERNÁNDEZ (RR) 2018 807
RGM_275_4_noviembre_2018
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