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LA PRESENCIA ESPAÑOLA EN GUINEA ECUATORIAL… 21 del momento frustraron. Las discrepancias con los franceses se solventarían con la firma del Tratado de París de 1900 y la formación de una comisión mixta para la delimitación de las fronteras12. El 20 de julio de 1901 se iza la bandera española en Bata, donde había bastante presencia gala y donde permanecerán aún hasta 1919 los misioneros franceses de la congregación del Espíritu Santo. El Tratado de 1900 supuso el inicio de la colonización organizada de la zona continental guineana por parte del gobierno español y de misione-ros católicos. Se introducen el cacao y el café en Fernando Poo desde los territorios vecinos de Santo Tomé y empiezan a florecer “fincas” agrícolas para el cultivo de esas especies. En Rio Muni, un poco más tarde, empieza la explotación de maderas. Los gobernadores Ángel Barrera (1910-1925) y sobre todo Miguel Núñez Prado (en tiempo de la dictadura de Primo de Rivera) afianzaron la exploración del interior continental, la delimitación de las fronteras, el establecimiento de destacamentos militares y la realización de infraestructuras. Una de las persistentes dificultades para llevar a cabo la colonización de los territorios guineanos fue la de encontrar mano de obra para llevar a cabo los proyectos de explotación agraria y comerciales. La resistencia ac-tiva y pasiva de los nativos guineanos a trabajar y el cambio hacia políticas antiesclavistas en el siglo XIX produjeron resultados contradictorios. Hubo proyectos intermitentes de llevar mano de obra negra procedente de Cuba por sus mejores posibilidades, se pensaba, de aclimatación o en otros casos como exiliados forzosos tras las guerras en la isla caribeña; así por ejemplo, en 1862 llegan a Santa Isabel dos expediciones con unos 250 deportados, peninsulares y cubanos-; lo mismo sucedería en 1866 -con 176 exiliados-, en 1880 y en 1897. Los resultados fueron pobres; algunos desertaban a las islas portuguesas de Tomé y Príncipe; otros morían en el intento de aclima-tarse. Hubo también intentos de poblar Fernando Poo con colonos proce-dentes de España (incluso en 1892 hubo una expedición de 259 españoles residentes en Argel) a los cuales se les daba facilidades para establecerse en la isla; la mayoría fracasaron debido a enfermedades, muertes y ruinas eco-nómicas. También se intentó utilizar la isla como prisión para condenados 12  La comisión española estaba presidida por el diplomático Pedro Jover y Tovar; la francesa por el Administrador de Colonias A. Bonnet de Mézières. En la comisión española estaban, entre otros, Eladio López Vilches, comandante de Estado Mayor; Emilio Borrajo Viñas y Manuel Nieves Cosos, capitanes de Estado Mayor, un teniente de navío y varios soldados de la Brigada Topográfica de Estado Mayor. El 31 de octubre de 1900 cuando, a bordo del vapor “Fernando Poo”, regresaba la comisión a Cádiz, el Comisario Regio de la expedición Jover y Tovar puso fin a su vida disparándose un tiro en la cabeza. En la Biblioteca Central Militar hay una descripción de esos trabajos (ver NIEVES, 1902). Revista de Historia Militar, 124 (2018), pp. 21-60. ISSN: 0482-5748


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