En la ceremonia de entrega del buque Furor, la ministra Robles estuvo acompañada, entre otros, por el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, la presidenta de Navantia, Susana Sarriá, el jefe de Estado Mayor de la Armada, almirante general Teodoro López Calderón, y el alcalde de Ferrol, Jorge Suárez. El acto comenzó con la inspección del buque por parte de una comisión de la Armada. Posteriormente se firmó la documentación de recepción del mismo y el comandante del Furor, el capitán de corbeta ferrolano Ángel Morales, tomó posesión del mismo. A continuación, los 48 miembros de su dotación fueron subiendo a bordo y se realizó el primer izado de la bandera. El Furor, que tendrá su base en el Arsenal Militar de Cartagena, es el tercer buque que lleva este nombre en la Armada. El primero se fabricó en Escocia en 1896 y el segundo fue construido por la antigua Bazán en la segunda mitad del siglo XX. Han sido necesarios 49 meses de trabajos para finalizar este buque que dispone de los sistemas más modernos de mando y control, de combate y de comunicaciones. Además, se ha ideado pensando en la comodidad de la dotación y cuenta con elementos de habitabilidad superiores a los recomendados por la normativa OTAN. Al igual que el resto de los BAM, el Furor, cuenta con 93,90 metros de eslora, una manga de 14,2, un puntal de 7,2 y puede alcanzar una velocidad de 20,5 nudos. En su cubierta de vuelo pueden operar helicópteros Augusta- Bell 212, NH-90 y Sikorsky SH-60 B así como vehículos aéreos tripulados remotamente. En cuanto al armamento, el Furor está equipado con un cañón a proa OTO Melara de 76 milímetros, dos cañones M242 Bushmaster de 25 mm y dos ametralladoras pesadas Browning M2 de 12 mm. Días después de la entrega, el 29 de enero, la ministra viajó hasta Canarias donde visitó distintas unidades de los Ejércitos y la Armada. Allí, Margarita Robles embarcó a bordo de otro de los Buques de Acción Marítima, el Rayo, que tiene su base en las islas. industria y tecnología especialmente en la guerra antisubmarina y preparadas para operar en escenarios de alta intensidad próximos a las costas. Sus sistemas de armas y sensores permitirá a las F-110 realizar misiones de disuasión, permanecer en escenarios de crisis y defender los intereses marítimos nacionales (Ver RED nº 347). Margarita Robles remarcó la importancia de estos buques para la modernización tanto de la Armada como de la industria gracias a la innovación tecnológica que aportan. «Estamos convencidos de que la construcción de estas fragatas, que aportan un grado Navantia NUEVAS FRAGATAS Durante su estancia en Ferrol, la ministra de Defensa visitó la Exposición Naval de Construcción Naval y el astillero de Navantia donde se construirán en los próximos años cinco fragatas F-110 para las que el Gobierno aprobó, el pasado diciembre, una partida económica de 4.325 millones de euros. Esta operación permitirá mantener en la zona ferrolana, durante la próxima década, un total de 8.000 puestos de trabajo «serios, de alta cualificación y perdurables», como señaló Margarita Robles durante su visita al astillero. Las F-110 sustituirán a las F-80 de la La construcción de las futuras fragatas F-110 para equipar a la Armada también se llevará a cabo en las instalaciones de Navantia en Ferrol. clase Santa María, también construidas en Ferrol, y cuyas primeras unidades ya han sobrepasado los 30 años de vida y no disponen de posibilidades para incrementarles sus capacidades tácticas. La ministra indicó que la orden de ejecución de las nuevas unidades podrá estar lista el próximo mes de abril «para que en mayo se puedan firmar ya los contratos entre el Ministerio de Defensa y Navantia y empezar la construcción ». La primera de estas fragatas se entregará, presumiblemente, en el año 2025 o 2026 y la última en el 2029 o 2030. Las nuevas fragatas están concebidas para ser buques de escolta oceánica multimisión pero estarán centradas de I+D+i, surgirán nuevos contratos con otros países para Navantia». Las F-110, añadió la ministra de Defensa, «casi parecen aeronaves espaciales por la tecnología y precisión que tienen». Días después de su visita a Ferrol, el 31 del pasado mes de enero, Margarita Robles informó de todos estos detalles a la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados. Durante su comparecencia también recalcó que el Ministerio no tiene ninguna competencia en la modernización de las instalaciones de Navantia donde se construirán las fragatas, conocido como astillero 4.0. «No financiamos ni condicionamos este proyecto», subrayó. Elena Tarilonte Febrero 2019 Revista Española de Defensa 49
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