SAN CAMILO DE LELIS, SOLDADO DE LAS GALERAS DEL PAPA, DE VENECIA Y... Defensa española de La Goleta frente a la escuadra turca en abril de 1574. Grabado de Braun y Hogenberg, de su atlas Civitatis Orbis Terrarum (Colonia, 1575) así como de que estaba en peligro su fortaleza de La Goleta (29). De modo que, haciéndose forzoso el socorro de una y otra plaza, se levantaron en Nápoles algunas compañías de soldados, al mando de Tiberio Brancaccio (29) La Goleta, ciudad tunecina situada nueve kilómetros al este de la capital, a orillas del golfo de Túnez. Plaza marítima más fuerte de la zona, por su imponente fortaleza, con fama de inexpugnable, como recordará Cervantes en el relato del cautivo. Fue conquistada por Carlos V en 1535, acción acaudillada por el propio emperador en la que resultó herido Garcilaso de la Vega. Se dejó en ella una guarnición de «soldados viejos» españoles, los afamados veteranos de los Tercios. La importancia estratégica de este presidio norteafricano era muy grande en aquel momento, pues el imperio otomano de Solimán el Magnífico –en alianza con el corsario berberisco Barbarroja– se estaba expandiendo ampliamente por el Mediterráneo occidental. Recuperada por los turcos, La Goleta fue ocupada de nuevo el 8 de octubre de 1573, en esta ocasión por las tropas de don Juan de Austria, quien restituyó como gobernador de Túnez a Muley Hamet con el título de infante. Y este fue uno de los escasos frutos militares cosechados tras la victoria de Lepanto en 1571. Al año siguiente, en 1574, volvió a manos otomanas, tras el sitio al que, en julio de 1574, la sometieron (junto al fuerte de Túnez) Uluch-Ali y Sinán Baja. En el asalto murieron 6.000 españoles e italianos. Año 2018 REVISTA DE HISTORIA NAVAL 87
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