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TEMAS GENERALES largo de 2018 en diversos países, y en particular en Mali, Níger y en la vecina meridional, Nigeria (1). Tales tensiones afectan también a los tuaregs, otra de las comunidades transfronterizas y de carácter nómada que han tenido un protagonismo central en el agravamiento de la situación en Mali a partir de 2012, pero cuyos levantamientos en diversos países y momentos desde las independencias son claves para el estudio de la evolución del propio Mali, pero también de Níger, de Mauritania o de vecinos septentrionales como Argelia o Libia. Los enfrentamientos recientes entre tuaregs y fulani en Mali, o entre musulmanes y cristianos en la localidad nigeriana de Kaduna, evocados para añadir también a las tensiones intercomunitarias las interreligiosas, son tan solo dos botones de muestra de los principales obstáculos que afectan a la subregión y también a su vecindario inmediato (2). Aunque nos hemos referido al amplio abanico de desafíos que en materia de seguridad afectan a los Estados del Sahel Occidental, consideramos de utilidad destacar las cuatro prioridades que para los mismos se fijaron en la Conferencia de Donantes para el G5 del Sahel celebrada en Nuakchot , capital de Mauritania, en los días 5 y 6 de diciembre de 2018, a saber: gobernanza, resiliencia de la población frente al cambio climático, infraestructuras y seguridad. Tal selección nos ofrece una idea de hacia dónde se dirigen hoy los esfuerzos de cooperación liderados por los Estados implicados y por sus socios foráneos que, como indicábamos anteriormente, deben seguir contribuyendo a ayudar a los países sahelianos a fortalecerse (3). La amenaza que diversos grupos yihadistas representan como agravante de la situación en los Estados tratados Los actores yihadistas que hoy actúan en el Sahel Occidental están constituidos por un amplio número de grupos que tienen en común su gran motivación e intenso uso de la violencia, por un lado, y su proyección a cada vez más rincones de la subregión y de su entorno más inmediato. Unos son fieles a Al Qaeda y otros al Estado Islámico (EI), lo que representa un doble azote para los países y sus poblaciones, pues es bien conocida la violencia de ambos grupos y la retroalimentación que ello supone, unido a la preocupante yuxtaposición del terrorismo yihadista con otras rémoras evocadas anteriormente, (1) «Los enemigos del pueblo peúl», Mundo Negro, 29 de octubre de 2018. (2) «Al menos quince tuaregs muertos en un ataque tribal en el norte de Mali», Europa Press, 26 de septiembre de 2018, y MUHAMMAD, Garba: «Nigeria deploys special security Force after 55 killed in Kaduna», Reuters, 22 de octubre de 2018. (3) NARANJO, José: «2.400 millones para atajar la pobreza y el terrorismo en el Sahel», El País, 7 de diciembre de 2018. 2019 219


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