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113 Iván Duque asumió la presidencia en agosto al haber insistido en que para reanudarlas, el eln tenía que liberar a todos los rehenes y renunciar a toda actividad criminal; dos condiciones inaceptables para los rebeldes que hicieron que los dialogos se estancaran el año pasado. No obstante, el gobierno colombiano, que ya perdió apoyo popular por las reformas tributarias de Duque, podría recuperarlo si debilita la capacidad de ataques y distorsión del eln, aunque es difícil que las fuerzas armadas derroten a un eln que puede retirarse y guarecerse en Venezuela. EL ELN, ÚLTIMO GRUPO GUERRILLERO COLOMBIANO Forjado en la década de los sesenta, e inspirado en la revolución cubana, el eln tuvo su origen en una mezcla de ideas marxistas y de la Teoría de la Liberación cristiana y ha resistido a lo largo de los años a luchas internas, ofensivas gubernamentales y enfrentamientos con otros insurgentes. Su razón de ser obedece a mantener una «resistencia armada» contra un Estado que considera que solo sirve a los intereses de la élite económica. Las fuerzas del eln son muy inferiores a que las que tenían las farc, pero es posible que cuente con unos 1 200 o 2 000 guerrilleros permanentes y controle una serie de miembros que viven como civiles y realizan misiones de inteligencia y pequeños ataques esporádicamente. El mando del eln está compuesto por una Dirección General y un órgano de liderazgo colectivo, el Comando Central, (coce) compuesto por cinco miembros que es responsable de mantener la cohesión, iniciar gestos pacíficos y decidir acciones militares. La realidad es que se trata de una estructura descentralizada que permite autonomía regional a sus 6 «frentes de guerra», divididos en 29 «frentes rurales» y 22 compañías, a la vez que evita que se generen crisis entre las facciones más proclives al dialogo con las autoridades, y las que apuestan por mantener una lucha que les permita mantener su actividad en el tráfico de drogas, extorsión a la minería del oro, y acciones contra compañías petrolíferas. Aunque el eln ha crecido desde  2013, especialmente en 2015 y 2016, sigue siendo débil para ser considerada una fuerza armada. No obstante, al tener una mayor presencia y actividad en regiones como Arauca y Catatumbo, en la frontera con Venezuela, y en Chocó y Cauca en la agreste costa del Pacífico, es posible que en estas zonas pueda producirse un repunte de enfrentamientos con las fuerzas gubernamentales, e incluso con distintas facciones guerrilleras, como ya ha ocurrido en Cauca con disidentes del farc. Unos hechos, que además, podrían poner en peligro las reformas prometidas por el gobierno en el acuerdo de 2016 con las farc5. CONSECUENCIAS REGIONALES DE LA REACTIVACIÓN DE HOSTILIDADES La primera consecuencia del ataque del eln ha sido aumentar las tensiones con Venezuela. Aunque el gobierno de Maduro condenó el atentado, todo indica que las autoridades venezolanas apoyan, o al menos no obstaculizan, la presencia de elementos del eln como el «Frente de Guerra del Este» que opera sin control desde Venezuela. Colombia podría acusar a Venezuela de falta de cooperación en el Grupo de Lima, y presionar a la oea para que la expulse, e incluso, tratar de persuadir a ee. uu. en la visita de Duque a Washington, para que declare a Venezuela Estado patrocinador del terrorismo. La actitud del resto de los países garantes de las negociaciones de paz tampoco ha sido unánime. Mientras Cuba afirmaba que su país no permitiría que su territorio fuese utilizado para organizar el terrorismo y cumpliría su papel de garante y anfitrión de las conversaciones, Brasil evitaba pronunciarse, Noruega se limitaba a respetar la decisión del gobierno colombiano y solo Chile apoyaba a Colombia en su esfuerzo por llevar a los terroristas ante la justicia. El hecho que el presidente Duque haya presentado a primeros de febrero una nueva Política de Defensa y Seguridad que prohíbe el cese bilateral de hostilidades, es un nuevo paso que dificultará futuras negociaciones de paz con grupos guerrilleros. Aunque Duque argumentó que «el gobierno no va a permitir que la violencia y el terror sean métodos para ganar derechos», la realidad es que la figura del cese bilateral se utilizó en la desmovilización de las farc y en el cese de 100 días con el eln a finales de 20176. En estas condiciones es difícil vislumbrar un retorno a las conversaciones de paz. Sin embargo, el gobierno no debería tratar al eln como un grupo monolítico, ni renunciar a mantener canales indirectos de comunicación con algún dirigente, aunque por el momento, lo único cierto es que Colombia todavía está lejos de alcanzar la paz. Finalizado por el autor el 13 de febrero de 2019. NOTAS 1.  carolina gonzÁlez, Jenny.: «Car Bombing Strikes Police Academy, Killing at Least 21 in Colombia». New York Times. 17 de enero de 2019. 2.  tertsch, Hermann.: «El Foco del Mal». El País. 19 de enero de 2019. 3.  martínez, Poli.: «Colombia clama en las calles por la paz y contra el terrorismo». El País. 21 de enero de 2019. 4.  bristow, Matthew.: «Crisis Brews as Colombia Asks Cuba to Extradite eln Rebel Group After Bomb Attack». Bloomberg. 23 de enero de 2019. 5.  kyle, Johnson.:«Bogotá Bomb Shatters Peace Talks with Colombia ´s Last guerrillas». International Crisis Group. 22 de enero de 2019. 6.  jaime acosta, Luis.: «Colombia presenta nueva política de seguridad que prohíbe ceses bilaterales de hostilidades». Reuters. 07 de febrero de 2019.


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