Page 7

Revista_Ejercito_937

Población de los Balcanes se dirige a pie hacia la frontera entre FYROM y Serbia 7 El segundo problema es la utilización del Estado como piedra angular de los análisis geopolíticos. En este punto, resulta chocante que al mismo tiempo que existen fuertes procesos globalizadores (y desglobalizadores) se busquen explicaciones exclusivamente estatales a las relaciones internacionales. Si hacemos caso a Jordán, las tendencias básicas que se anticipan para el futuro a corto plazo serían: los desequilibrios demográficos, los flujos migratorios, el ascenso político y económico de Asia‑Pacífico, las desigualdades en la distribución de la riqueza y la mayor interconexión planetaria por los avances tecnológicos7. Más allá del desarrollo armamentístico de China, resulta obvio que ninguno de los otros retos que surgen de estas tendencias son geopolíticos de por sí. Tampoco parecen tener una gran importancia los cambios en la soberanía de los países. Y, sin embargo, no todos los Estados son iguales. Mientras que los postulados geopolíticos pueden ser utilizados para el juego de las grandes potencias, otras cuestiones más cercanas a las medianas o pequeñas naciones quedan fuera de esa óptica. Se desprecia la escala geográfica, sin considerar que las personas y los lugares están vinculados entre sí desde lo local a lo nacional y regional, y finalmente a lo global. Este es un aspecto de interés fundamental. A medida que cambiamos la escala se necesita incorporar más instrumentos de análisis. La cuestión es que, según se vayan incluyendo nuevas variables, resulta más difícil identificar los postulados geopolíticos, lo que convierte el concepto en una amalgama confusa de ideas y propuestas. Resultado: la complejidad global es inmanejable con ese tipo de visión. Un ejemplo: La posible colusión entre los intereses de Rusia y la candidatura a la presidencia de Donald John Trump que estuvo en los meses pasados sujeta a una investigación judicial para dilucidar si, en caso de existir, hubiera supuesto un menoscabo a la soberanía de EE. UU. como nación. El tercer problema tiene que ver con la visión política sobre las fuerzas que mueven el mundo. The Economist8 señala que una de las interpretaciones más populares de la política moderna entiende que hay que tener cada vez más en consideración la diferencia entre «abierto» y «cerrado», en lugar de las tradicionales izquierda y derecha. Abierto significa apoyo tanto para la apertura económica como para la cultural. Cerrado significa hostilidad a todas estas materias. Abierto se asemeja a cosmopolitismo, que apuesta por la independencia y autosuficiencia de todas y cada una de las personas. Al contrario, cerrado equivaldría a tribalismo, ya que hace referencia a un fuerte sentimiento de identidad política, cultural o étnica. La Unión Europea es la institución cosmopolitista y, por lo tanto, antitribalista por antonomasia. Compuesta por potencias medias, la Unión Europea fomenta el multilateralismo y la cooperación entre naciones e individuos. Quizás por ello produce tanto rechazo en algunos círculos más preocupados en buscar soluciones radicales o populistas a los retos planteados. Ya que la geopolítica tiende a exagerar el conflicto y la competencia, a expensas de la cooperación y la distensión, el proyecto integrador europeo resulta repulsivo para estos grupos. Dado que, en su manifestación extrema, el nacionalismo es el tribalismo europeo, es fácil entender que los nacionalistas excluyentes sean a la vez los más antieuropeístas. Solo por esta razón la Unión Europea debe ser fortalecida. REPERCUSIONES SOBRE LA SEGURIDAD Y DEFENSA DE LOS ESTADOS Los análisis geopolíticos pretenden basarse en la llamada realpolitik. Y, sin embargo, individuos, grupos o países pueden verse hoy amenazados por cuestiones muy diversas. Al mismo tiempo, la mayor


Revista_Ejercito_937
To see the actual publication please follow the link above