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Los nacionalistas excluyentes son a la vez los más antieuropeístas. Miembros de la Guardia Húngara complejidad de las sociedades modernas ha trasformado tanto la percepción como la naturaleza de los desafíos susceptibles de afectar a su seguridad. Es imprescindible adoptar un concepto de seguridad que trascienda la mera dimensión estatal Por consiguiente, es imprescindible adoptar un concepto de seguridad que trascienda la mera dimensión estatal. Desde el prisma tradicional de la seguridad nacional, si el Estado sigue siendo el objeto referente, los ejércitos y las fuerzas de seguridad son los instrumentos predominantes. Sin embargo, desde el punto de vista de una seguridad ampliada existen otros objetos referentes, como las personas, las sociedades o el propio planeta. Para los que preconizan esta última visión, y teniendo en consideración el conjunto de nuevas amenazas, la seguridad solo puede ser conseguida equilibrando todos los instrumentos de la política de los Estados. Este es el enfoque utilizado por la Unión Europea. Un informe del Peace Research Institute 8  /  Revista Ejército n.º 937 • mayo 2019 Oslo (prio)9, de mayo de 2018, indica que, actualmente, son los enfrentamientos internos o civiles la forma predominante de violencia organizada. Al mismo tiempo, la conflictividad entre Estados permanece muy reducida, lo que confirma la tendencia iniciada en 1990. En 2017 hubo un total de 49 conflictos armados de los que únicamente uno tuvo la consideración de interestatal. Según el prio, la violencia de carácter no estatal se intensificó dramáticamente en 2017, impulsada por las ideologías utópicas. Hoy, el Islam político presenta el mayor desafío para la paz en amplias regiones del mundo. En Latinoamérica este tipo de violencia aumentó debido, en gran parte, a las actividades delictivas del crimen organizado, las pandillas y maras. ¿Cómo explica la geopolítica este fenómeno? No lo hace, por la sencilla razón de que se escapa a su restringido enfoque geográfico-estatal. Pero, desde este prisma, lo más destacable es la ausencia de instrumentos adecuados para la gestión de conflictos. La geopolítica solo ofrece la disuasión militar como la forma de evitar beligerancias. Aunque esto es de aplicación por los Estados, existen otros actores no sujetos a las mismas dinámicas. Así, el Dáesh no se ve amedrentado por la incesante presión militar que se está ejerciendo en su contra. Por esta causa, se requieren otras estrategias más acordes con la tipología de la conflictividad actual. Las Fuerzas Armadas precisan capacidades y formas de acción polivalentes y ágiles, que les permitan actuar en todas las dimensiones del conflicto


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