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28 VÍCTOR ALBERTO GARCÍA HERAS tenía lógicamente un valor estratégico en el contexto de la guerra; el éxito de las campañas dependía muchas veces de la capacidad para abastecer correctamente al ejército.80 El día 2 de octubre, algunos de los jefes austracistas de la ciudad salieron de Cuenca para intentar conseguir víveres antes de la llegada de las tropas borbónicas por orden del general Ahumada. Entre ellos, D. Francisco Tomás de Alarcón, que acompañó al capitán D. Gabriel Ambrós y a D. Miguel de Culebras, teniente de corregidor, pero fueron apresados por una partida de tropas borbónicas.81 El duque de Berwick se hizo con el control del sur de la provincia de Cuenca e instaló su cuartel en San Clemente82, aprovechando la ventaja que le proporcionaba el dominio de la fortaleza de Alarcón. Ahora se podía plantear la reconquista de la capital. En consonancia con su filosofía militar por la que prefería los asedios,83 había mandado hacia Cuenca a monsier Hessy para que la sitiase acompañado de 7 batallones, 25 compañías de granaderos, 800 jinetes y 3 cañones de a doce, que eran toda la artillería pesada con la que contaba en ese momento. Las fuerzas de la guarnición que habían dejado los austracistas estaban compuestas por 3 batallones, un destacamento de infantería de 1000 hombres y un regimiento de caballería. Tras conocer la retirada del ejército del archiduque hacia Valencia, ya sin temor a que volviesen a socorrer a la guarnición de Cuenca, el duque de Berwick decidió dirigirse hacia Murcia para auxiliar al, por entonces, obispo Belluga que le había pedido ayuda urgente.84 El 4 de octubre comenzó el ataque de las tropas borbónicas contra el hospital de Santiago ocupándolo rápidamente y haciéndose con las provisiones que se almacenaban en él. Acto seguido, pusieron tres piezas de artillería en el convento de San Francisco y comenzaron a atacar la ciudad haciendo grandes, aunque infructuosos, daños en la muralla, puesto que a la mañana siguiente estaban reparados. Los austracistas dejaban claro que habían decidido resistir el envite de las tropas de Felipe V, ya que contaban en la ciudad con más de 2200 hombres para defenderla. Los borbónicos, 80 AQUERRETA, Santiago: “Financiar la guerra de Sucesión: asentistas y compañías al servicio de Felipe V”, en La Guerra de Sucesión en España y América, Deimos, Madrid, 2001, pp. 569-582, p. 570. 81 A.H.N. Estado, Leg. 8693. 82 Para el desarrollo de la guerra en esta villa véase GARCÍA HERAS, Víctor Alberto: San Clemente en la guerra de Sucesión (1700-1712) Reconocimiento borbónico y recompensa diferenciada, Servicio de Publicaciones de la Excma. Diputación Provincial de Cuenca, Serie Historia nº 43, Cuenca, 2014. 83 MOLAS RIBALTA, Pere: “El duque de Berwick, vencedor de Almansa”, en GARCÍA GONZÁLEZ, Francisco (coord.), La Guerra de Sucesión en España y la batalla de Almansa. Europa en la Encrucijada, Sílex, Madrid, 2009, pp. 475-485, p. 478. 84 FITZ-JAMES STUART, James, duque de Berwick: op. cit., p. 251. Revista de Historia Militar, 125 (2019), pp. 28-38. ISSN: 0482-5748


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