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24 FERNANDO PUELL DE LA VILLA plegó con resignación a lo inevitable, como tenía por costumbre, e incluso los padres de algunos quintos facilitaron y alentaron su incorporación al cuartel en las provincias más tradicionales.25 Pero también existen suficientes indicios de que el rechazo fue general y superior al conocido en cualquier otra ocasión anterior. Nada más conocerse el decreto de movilización comenzó la desbandada de los que pretendían eludirla. Los gobernadores civiles recibieron orden de vigilar puertos marítimos y pasos fronterizos para evitar evasiones y se decretó la suspensión de las ayudas previstas para proteger a los emigrantes. Las columnas de soldados en su marcha hacia el cuartel volvieron a ser escoltadas por guardias civiles para evitar fugas, como antaño se hiciera en las levas del siglo XVIII. Y hasta se reconvirtieron las compañías de seguros de quintas con el fin de proporcionar papeles y pasajes hacia América.26 Según los datos ofrecidos por Linares al pleno del Congreso de los Diputados, más de cuatro mil hombres dejaron de acudir al llamamiento, casi un 18 por ciento de los convocados.27 1.2. La Ley Canalejas-Luque (1909-1912) Sabido es que Melilla y Barcelona le costaron el puesto a Maura y que, al aceptar Alfonso XIII la formularia dimisión que el líder conservador le presentó en la mañana del 21 de octubre de 1909, se abrió una profunda brecha en las relaciones entre ambos, hecho de enorme trascendencia para la futura estabilidad de la Monarquía. El Rey encargó la formación de un nuevo Gobierno a Canalejas, quien llamó al general Luque a la cartera de Guerra. Este equipo dio impulso definitivo a la reforma del sistema de reemplazos. El presidente recogía el testigo de Cassola —había sido el autor del Dictamen de su frustrada reforma— y el ministro era coautor del Proyecto de Ley de 1890. Luque, en su toma de posesión, se comprometió a “hacer suyo íntegro” el anteproyecto de Linares.28 Cuando lo tuvo redactado en forma de Ley de Bases, abandonó el banco azul y pasó a ocupar una de las Vicepresidencias del Senado, en una hábil maniobra diseñada por Canalejas para que no se malograra la reforma en la Cámara alta. Su puesto en Guerra lo ocupó el general Aznar y el Gobierno, por boca de Alfonso XIII en el mensaje de la Corona al Parlamento surgido de las elecciones de mayo de 1910, 25 «Discurso del Ministro de la Guerra, Sr. Linares», en DSCD, 20 de octubre de 1909. 26 La Correspondencia Militar (en notas sucesivas LCM), 11 de agosto de 1909. 27 «Discurso del Ministro de la Guerra, Sr. Linares», en DSCD, 20 de octubre de 1909. 28 «Discurso del Ministro de la Guerra, Sr. Luque», en DSCD, 11 de mayo de 1911. Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2019, pp. 24-44. ISSN: 0482-5748


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