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V CENTENARIO DE LA PRIMERA VUELTA AL MUNDO DE MAGALLANES Y ELCANO gente, es necesario que lo fuera para evitar pesadumbres ». Su trabajo consistía en «repartir primero los bastimentos que están cercanos a corromperse para que se gasten los primeros, proveer que nadie se quede sin ración, pesar y medir bien lo que diere sin que le quite al soldado o al marino nada de lo que le toca». Existía otro importante cargo relacionado con la alimentación como era el alguacil de agua. A este le correspondía la gran responsabilidad de suministrar el preciado líquido; el reparto lo hacía «echando el agua de una tina a boca de escotilla, donde todos reciban y la vean medir». Cuando se llegaba a una costa el alguacil de agua era el responsable de bajar a El pescado capturaba los gusanos. tierra para buscarla, con el apoyo de los hombres que fueran necesarios para tan importante misión. Los alimentos frescos se agotaban rápidamente y para los viajes largos era necesario embarcar animales vivos. Sobre la cubierta a bordo se agolpaban jaulas de aves de corral (patos, gansos, pavos, gallinas), muchas de las cuales morían del llamado «mal de mar». El pan era otro de los alimentos más demandado, un tipo de pan sin levadura que se cocía por segunda vez para conseguir que durase más. Una vez elaborado el bizcocho (5) adoptaba la forma de láminas para su fácil almacenamiento, y por eso se le denominaba galleta o bizcocho. La dotación compartía sus galletas con ratas, gusanos y gorgojos. Así, bromeando los marineros llamaban «boteros» a los gusanos en el sentido de que la galleta era «el bote» y las larvas sus tripulantes. Para evitar en parte que los gusanos llegasen a las galletas (estibadas en barriles y (5) El antiguo bizcocho procede del latín y es una palabra compuesta de bis- y coctus, es decir, dos veces cocido; en la mar también se conocía con el nombre de galleta. Se elaboraba con harina más o menos blanca, bien amasada con agua y un poco de levadura. Una vez cocida se retiraba del fuego y se enfriaba poco a poco, moviéndola hasta que quedaba totalmente seca, sin migas, dura y frágil. No era raro comerlos a bordo con casi dos años de antigüedad; eso sí, era necesario antes de ingerirlas ponerlas en agua o vino unos minutos. 318 Agosto-septiembre


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