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hería sus gustos, sus opiniones y su agudo sentido del deber, se creó grandes enemistades que le llevaron incluso a romper las relaciones con el mariscal Foch, comandante en jefe de las tropas aliadas. Era un anticlerical acérrimo y detestaba al Vaticano y a los Habsburgo. Deseaba la destrucción de Alemania, se mostraba harto indiferente a los problemas económicos y estaba convencido de que el boche7 pagaría8. Frente a la postura de mayor tolerancia defendida por la diplomacia norteamericana, Clemenceau exigió la imposición a Alemania de un durísimo Tratado de paz. No solo consiguió la devolución de Alsacia y Lorena, sino que además logró que se aceptara el total desarme alemán y el pago de exorbitantes reparaciones de guerra que fueron cumplimentadas en su totalidad en octubre de 2010, casi 92 años después de la firma de los Tratados de paz. Finalmente, como colofón simbólico de su personal cruzada patriótica, exigió que el acuerdo de paz fuera ratificado en el Salón de los Espejos de Versalles, donde, en 1871, Bismarck había tenido la osadía de proclamar el II Reich9. •  David Lloyd George Primer ministro del Gobierno de Su Majestad entre febrero de  1916 y octubre de  1922. Nació en la ciudad industrial de Manchester, aunque se trasladó muy joven a Gales. Acérrimo defensor del particularismo galés, pasó a la política tras estudiar Derecho. Fue entonces cuando se distinguió por su postura radical e inconformista. Trabajó como ministro de Hacienda en los albores de la guerra y como ministro de Armamento en 1915. Hacia el final de la contienda era un hombre joven en plenitud de facultades. Intuitivo y preciso, poseía una gran disponibilidad de espíritu. Durante las conversaciones de paz de Versalles contribuyó a que los Tratados que se estaban redactando tuvieran un marcado tinte antialemán. Personaje pragmático, su principal preocupación fue el internamiento de la flota alemana en las aguas de las bases británicas que garantizaban la supremacía naval de Gran Bretaña. Así, el 21 de noviembre de 1918, se llevó la flota alemana ante la rada de Rosyth para, a continuación, escoltarla a la base naval de Scapa Flow, donde quedó internada. Posteriormente, el 21 de junio de 1919, los barcos germanos fueron hundidos por sus propios tripulantes, que enarbolaron 60  /  Revista Ejército n.º 942 • octubre 2019 el pabellón sin que los ingleses pudieran evitarlo. •  Thomas Woodrow Wilson Político y abogado, vigésimo octavo presidente de los Estados Unidos, fue el dirigente del país durante la Gran Guerra hasta su fin. Nació en la ciudad de Washington D.C. Hijo de un pastor presbiteriano, su puritanismo visionario se enfrentó al sentimiento radical y jacobino del primer ministro francés Clemenceau. Su país, en plena expansión, fue determinante para la victoria, pero no reivindicó nada, lo que le acarreó una fama de hombre honesto y mediador por toda Europa. Al final del conflicto recorrió varios países devastados y siempre fue recibido con tremendo entusiasmo. También consta como ideólogo de la Sociedad de Naciones, destinada a resolver pacíficamente los litigios que en el futuro pudieran surgir entre países. Defendió un Tratado de paz de mayor tolerancia hacia Alemania en abierta confrontación con los ingleses y, particularmente, con los franceses. De hecho, ya durante la guerra, en enero de 1918, propuso el llamado Plan de los 14 Puntos, donde se esgrimían una serie de propuestas para alcanzar la paz y la reconstrucción del continente europeo. No en vano Woodrow Wilson se sentía horrorizado ante las revelaciones de la diplomacia secreta que unía a los Estados europeos10. Desgraciadamente, el auge de las tendencias aislacionistas en aquellos momentos hizo que las medidas creadas por su presidente no fueran aceptadas en el país. Estados Unidos se negó a colaborar en el mundo de la posguerra y a participar en la recién creada Sociedad de Naciones. George Benjamín Clemenceau


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