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TEMAS GENERALES El Gobierno nunca logró reunir frente a las murallas ni una capacidad de fuego ni un número de efectivos que aventajara sensiblemente al de los sitiados. Los gubernamentales siempre estuvieron por debajo del tamaño de la fuerza estimada como necesaria para la toma de la plaza, según el análisis de militares coetáneos. En el mar, a pesar de su impericia, la Flota cantonal gozó de ventaja y las fuerzas sitiadoras no pudieron practicar un bloqueo efectivo. Disfrutando de tal situación favorable y disponiendo de capacidad militar cuantitativamente suficiente, ¿cómo se produjo la derrota militar del Cantón? Fuerzas gubernamentales: inacción y limitaciones Falta de voluntad política Una insurrección en Cartagena era previsible. Unas semanas antes de la insurrección se habían producido en la Flota casos graves de insubordinación que no fueron adecuadamente contestados. Según se puede leer en la investigación llevada a cabo por Egea Bruno (2) basada en comunicaciones entre la Capitanía de Cartagena y el Ministerio (3) las camarillas intransigentes de la ciudad promueven una primera rebelión en la fragata Vitoria el 25 de mayo, que se resuelve con relativa facilidad. En la causa seguida sobre estos hechos se denuncia la actuación de «elementos civiles». Una vez resuelta la revuelta, se reproduce el motín en la fragata Almansa el 27 de mayo, originado por causas triviales e instigado también por fuerzas políticas de la ciudad. Aplacado este, el comandante y los oficiales presentan su dimisión que, aunque aprobada por el capitán general, es denegada por el ministro quien, a su vez, cesa al capitán general. El día 4 de junio se amotinan los fogoneros del vapor de 2.ª clase Ulloa en reclamación de mejores salarios. La proclamación de la República Federal el 7 de junio llevaría a la liberación de los «presos políticos» que permanecían encerrados por su responsabilidad en los motines. Estos hechos merman la autoridad de los mandos y dejan dudas razonables sobre la lealtad de la Flota. A ello hay que añadir las violentas revueltas en Alcoy unos días antes del levantamiento cantonal en Cartagena y la situación de insurrección general en Barcelona, Valencia, Alicante, Málaga, Cádiz y otras ciudades andaluzas. Con todos estos antecedentes, las autoridades gubernamentales no podían ignorar el riesgo de insurrección en Cartagena. Pero la situación política esta- (2) EGEA BRUNO, P. M.: «Los prolegómenos del Cantón en Cartagena (el motín de la fragata Almansa)». Anales de Historia Contemporánea, núm. 10, 1994, pp. 409-416. (3) En el Archivo General de la Marina «Álvaro de Bazán». 478 Octubre


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