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El sah Reza condenó a los mulá al ostracismo político en una maniobra de separación clero-estado 23 religioso, ya que era inaceptable para un clérigo tener un apellido extranjero, y les instaron a cambiarlo o a abandonar sus estudios teológicos. Uno de los hermanos, entre cuyos planes estaba convertirse en abogado, conservó el apellido paterno. Los otros dos tomaron el nombre de la ciudad en la que se había criado, Jomein, y pasaron a apellidarse Jomeini. Mientras Ruholllah progresaba en sus estudios islámicos en Qom, el sah Reza, coronado en el año 1926, condenó a los mulá al ostracismo político en una maniobra de separación clero-estado que no estaba exenta de intereses. Tras la abolición de los llamados derechos de capitulación para los extranjeros, una garantía de impunidad en la práctica, impulsó un Derecho civil que suponía que en el futuro no existiría un Derecho basado en la doctrina islámica impulsada principalmente por el clero de Qom. El choque entre los religiosos y el sah derivó en fuertes protestas en todo el país entre abril y noviembre de 1927. En las movilizaciones de la ciudad de Qom, Jomeini desempeñó un activo papel. A la vista del cariz que estaban tomando los acontecimientos en esa ciudad, el sah envió en calidad de negociadora a una de sus cuatro esposas, y los teólogos respondieron de manera airada. Presa del pánico, la consorte del sah demandó auxilio de manera urgente a su marido, que encabezaba un contingente militar que entró en Qom. El sah penetró en la mezquita sagrada calzado con sus botas de montar y azotó con su propio bastón a un significativo ayatolá para posteriormente realizar una brutal purga entre sus seguidores. Este capítulo quedó grabado a fuego en el contencioso que mantendría el clero chií con la dinastía Pahlavi. Jomeini prosiguió sus estudios teológicos en Qom y encontró en estos una forma de gobierno que consideró ideal: el Estado teocrático puesto en marcha por Mahoma. En el profeta se conjugaba la figura de legislador, administrador, juez y ejecutor. Así lo dejó plasmado Jomeini en uno de sus primeros escritos: «No es lógico que ese sistema eterno solo durase doscientos años». En la década de  1940, Jomeini ya posee un bagaje cultural inusitadamente abultado para su edad y se convierte en un reconocido profesor de Teología islámica. Además de por su sapiencia, Ruhollah Musavi destaca por su implicación en tratar de resolver los problemas sociales, práctica que llevaba realizando desde sus años de estudiante, lo que pudo llevar a un aumento de su popularidad, aumento que se vio apuntalado en 1941 cuando, tras la abdicación del sah, fundamentalmente debido a la presión de rusos y británicos, se publicó El sah («emperador» o «rey de reyes») Mohammad Reza Pahlavi sentado en el Trono del Pavo Real


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