Page 46

Revista_Ejercito_943

unidades no afectaría a su ubicación física. Recursos humanos La plantilla del escuadrón de vigilancia se estima en 80 efectivos, incluyendo un tirador y un operador en cada VERT/VVT. Suponiendo que cada VEC de línea transporte cuatro exploradores y los contracarro solo dos, la plantilla de cada grupo oscilaría entre los 211 efectivos del GCLAC y los 326  del GCMZ. Todos conservarían su propia sección de plana mayor, reducida a los pelotones de mando, S2/S3 y transmisiones. Incluyendo el EPLMS, los ocho regimientos de las brigadas medias y polivalentes oscilarían entre los 650 y los 700 efectivos, cifras equivalentes a las de un batallón de infantería estándar. Pese a este notable incremento, la disolución de las cuatro compañías de apoyo, cuatro de servicios, diez contracarro y veinte secciones de obtención de inteligencia supondría un ahorro global de un millar de efectivos6. Además, podrían conseguirse otros 800 si se suprimiesen las secciones 46  /  Revista Ejército  n.º 943 • noviembre 2019 de reconocimiento de todos los batallones de infantería, tal y como han hecho Francia y Alemania, ya que cada grupo de combate contará con un escuadrón de caballería dotado con mejores medios de obtención y mayor potencia de fuego. No debe olvidarse que esas secciones son un producto de la guerra Fría, cuando la caballería se concentraba en el nivel divisionario. Con este excedente podrían crearse los dos batallones adicionales de infantería necesarios para homogeneizar todas las brigadas a cinco unidades de maniobra. Adiestramiento Nadie pone en duda la profesionalidad y eficacia de todas las tripulaciones de carros, ya luzcan lanzas o fusiles en sus divisas, pues todas ellas comparten el mismo espíritu carrista que tantos puntos tiene en común con el jinete. Sin embargo, el modelo español de arma acorazada permite que cualquier oficial de infantería reciba el mando de una unidad de carros, aunque carezca de la experiencia táctica y técnica necesaria por haber estado destinado anteriormente en otras paracaidistas o de montaña. A contrario sensu, suboficiales que hubieran recibido una formación acorazada podrían pasar antes de rentabilizarla a una unidad ligera, donde las vacantes son indistintas. Algo que no ocurre en caballería, pues sus grupos combinan materiales ligeros, medios y pesados, y todo su personal recibe la misma formación en la Academia. Esta cuenta en Santovenia con un campo de maniobras apto para los carros y espacio suficiente para acoger al escuadrón de alumnos, por lo que podría transformarse fácilmente en un centro de excelencia del arma acorazada. De esta forma, la Academia de Infantería podría volver a impartir un plan de estudios unificado para las especialidades ligera y mecanizada, ya que las tácticas y los procedimientos serían los mismos con independencia de la plataforma, y solo habría diferencias en la enseñanza técnica, como en cualquier otra arma. Esto permitiría que todos los suboficiales y tropa pudiesen ir destinados a los tres tipos de batallón,


Revista_Ejercito_943
To see the actual publication please follow the link above