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En el ejercicio participaron más de 4.500 militares, a bordo de 28 buques y 21 aeronaves Las autoridades saludan el paso de la fragata canadiense Halifax, buque de mando de la SNMG-2. Vigilancia en el Centro de Información de Combate (CIC) del buque Castilla. minas, así como operaciones anfibias y de protección de la Fuerza. Además de aumentar la interoperabilidad entre los países participantes, el Dynamic Mariner formaba parte del proceso para certificar al Cuartel General Marítimo de Alta Disponibilidad de la Armada española (SPMARFOR) como Mando Naval de la Fuerza de Reacción Ràpida de la OTAN (o Nato Response Force, NRF) antes de su activación durante el próximo año 2020. Dicho cuartel general, embarcado en el buque de asalto anfibio Castilla y comandado por el vicealmirante Martorell, liderará esta fuerza marítima multinacional que estará preparada para desplegarse, en solo cinco días, en cualquier área de crisis que determine la Alianza Atlántica. En el Dynamic Mariner/ Flotex19 se ha reproducido un escenario ficticio, «pero que podría asemejarse a la realidad», manifestó Martorell en la citada rueda de prensa a bordo del Castilla, en la que estuvieron presentes el vicealmirante británico Keith Blount, comandante del Mando Marítimo de la OTAN (MARCOM) y el almirante de la Flota española (ALFLOT), Manuel Garat, junto a los comandantes de otras fuerzas navales aliadas. La Fuerza de Respuesta de la OTAN tiene que estar preparada para «un amplio espectro de operaciones militares», y este ejercicio es «pieza clave» para una de las tareas que tiene encomendadas: la defensa colectiva. El ejercicio simulaba una crisis entre la Alianza Atlántica y un supuesto oponente, «básicamente, por intereses económicos relativos a la explotación de la zona económica exclusiva, y también de pesca», explicó el vicealmirante. «La situación —añadió— irá evolucionando desde el bajo nivel, incrementándose las acciones del bando oponente hasta llegar a acciones bélicas o de guerra asimétrica». Uno de los cometidos que esta fuerza naval podría tener en caso de activación sería el de actuar en operaciones iniciales de entrada para abrir el camino a un posterior despliegue de mayor entidad. Esta tarea se ensayó en el Dynamic Mariner con un desembarco anfibio, a cargo del Tercio de Armada de Infantería de Marina y Fuzileiros de la Marina portuguesa, en el campo de adiestramiento de la Sierra del Retín. UNIDADES PARTICIPANTES El ejercicio incluyó a todas las unidades actualmente integradas en los Grupos Marítimos Permanentes 1 y 2 (Standing NATO Marilime Group One y Two, SNMG1 y SNMG2). Con el Castilla como buque de mando, entre los navíos participantes se encontraban las fragatas Leopold I (Bélgica), Halifax (Canadá), Adrias (Grecia), Van Speijk (Países Bajos), Thor-Heyerdhal (Noruega), Francisco de Almeida y Corte Real (Portugal), Giresun (Turquía) y el destructor estadounidense USS Gridley. A estos navíos de escolta se sumaron los españoles de la clase F-100 Álvaro de Bazán, Juan de Borbón y Blas de Lezo, las fragatas del tipo F-80 Santa Maria, Reina Sofía y Numancia y los buques de aprovisionamiento Patiño y Cantabria (a los que se unió el FS Var francés). España también activó el LHD Juan Carlos I, el BAM Rayo, los cazaminas Segura, Tambre y Tajo y el buque anfibio Galicia. Noviembre 2019 Revista Española de Defensa 31


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