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TEMAS PROFESIONALES En las orillas occidentales del Pacífico está creciendo a ritmo acelerado la posibilidad de que China adquiera la influencia necesaria para convertirse en una potencia hegemónica, en un momento en el que en términos operacionales podríamos decir que el poder de los Estados Unidos está llegando, o podría haber alcanzado, su culminación. Un reto que fuerza a los Estados Unidos a reorientar su esfuerzo estratégico, si China se convierte en un auténtico gigante político con una capacidad militar superior, los Estados Unidos se verían forzados a abandonar el este y sudeste de Asia viendo comprometido un interés vital de seguridad, la aparición de una potencia hegemónica en Eurasia, que además tendría alcance e influencia global. China lleva ya años, desde la última década del siglo XX, buscando activamente convertirse en una potencia marítima, evolucionando desde su tradicional postura estratégica puramente terrestre. Indudablemente es algo que requiere años, pero desde 1996, cuando a raíz de la crisis de los misiles en el estrecho de Formosa se mostró la incapacidad naval china para responder al despliegue de dos grupos de combate de portaviones de la US Navy, han pasado más de 20 años, durante los cuales la MEPL se ha convertido en la segunda Marina del mundo en capacidades, incluso en la alta mar y posiblemente en la primera en número de plataformas (3), muchas de las cuales están dotadas de las tecnologías más avanzadas. Por otra parte, la sobre extensión militar americana en Asia y su posterior retirada, que implicó una importantísima diversión de recursos y atención estratégica, presentó una ventana de oportunidad que fue rápidamente aprovechada por los competidores de los Estados Unidos. Rusia aprovechó la ocasión para volver a la escena internacional, abandonando su interés en integrarse en Occidente y primero tímidamente pero luego con rotundidad, está tratando de reconstruir una esfera de influencia alrededor de toda su periferia; sus acciones en Georgia en 2008 y Ucrania en 2014 son prueba de ello. Por otra parte, los despliegues militares americanos en Irak y Afganistán a principio de la pasada década limitaban críticamente la libertad de acción del régimen iraní, dada la abrumadora presencia de fuerzas militares americanas en sus fronteras oeste y este, situación que la retirada americana de Irak y el uso astuto por la República Islámica de actores interpuestos en todo el Oriente Medio ha revertido en favor de Irán, que ha conseguido reforzar su postura estratégica, que no tiene otro objetivo que establecer la hegemonía política y religiosa de Teherán en Oriente Medio (4). Ello daría a Irán una enorme capa- (3) A final de 2018 China disponía de 59 submarinos, 87 buques de combate de superficie, entre ellos un portaviones, 205 corbetas y patrulleros armadas, 42 buques de guerra de minas, 54 anfibios y 145 logísticos. Fuente: (2019) Chapter Six: Asia, The Military Balance, 119:1, 222-319, disponible en https://www.tandfonline.com/action/showCitFormats?doi=10.1080/ 04597222.2018.1561032. (4) TAKEYH, Ray: Hidden Iran: Paradox and Power in the Islamic Republic, Times Books, New York, 2006, pp. 61-62. 2019 721


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