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LOS AGREGADOS MILITARES ESPAÑOLES EN LA GUERRA... 119 el tratado de Portsmouth, gracias a la mediación del presidente de los Estados Unidos de América Teodoro Roosevelt. El teniente coronel Sanchís marchó el 26 de febrero a Kao-Tzu con el 2º Ejército, presenciando todos los combates en los que esta unidad intervino. Integraban este Ejército, en los momentos decisivos de Mukden las divisiones 3º, 4ª, 6ª y 8ª y la división 5ª, perteneciente hasta esas fechas al 4º Ejército. Sanchís alcanzó la localidad que da nombre a la batalla el 26 de febrero, continuando en primera línea de combate al incorporarse a las fuerzas que perseguían a las tropas rusas en retirada hacia Tiehling. Posteriormente quedó acantonado en las inmediaciones de Mukden hasta el 10 de mayo, realizando marchas diarias y excursiones de estudio de los campos y de las líneas de batalla de los frentes de los cinco ejércitos japoneses que intervinieron, con los oficiales del Estado Mayor destinados al efecto. El 10 de mayo volvió a partir hacia Tiehling, y desde allí para el nuevo frente de combate asignado al 2º Ejército, llegando a Chiu-Yun- Fru el 12, donde quedó acantonado hasta el 10 de junio. Enfermo desde los días de la batalla de Mukden, se le ordenó, por prescripción facultativa del médico del Cuartel General del 2º Ejército que se retirase del frente de operaciones regresando al Japón. El 12 de junio embarcaba nuestro teniente coronel en el trasporte Josa-Maru, llegando a la ciudad de Tokio el 18. Pero antes, en los días previos a Mukden, por los responsables del ministerio de la Guerra en España se decidió el regreso del capitán Herrera a nuestra patria. La orden de dirigirse al Japón le llegó antes de que comenzara esta vital batalla que determinaría el final de aquella contienda. Herrera no la obedeció y continuó integrado en el 3º ejército, con quien vivió aquellos combates de determinarían el final de la campaña. No fue hasta que la batalla estuvo finalizada, cuando se puso en conocimiento del ministerio la permanencia de nuestros oficiales en aquellos combates. Así lo hizo el capitán Herrera en un informe emitido el 18 de marzo, escrito a bordo del buque Tosa Maru, esperando su partida hacia el puerto de Osaka. En este escrito el capitán informaba a sus mandos superiores de la decisión tomada. En dicho escrito este militar justifica su comportamiento del siguiente modo: “Antes de nada, debo explicar a V.E. las causas por las cuales no regresé al Japón tan pronto como recibí la orden de V.E. transmitida por el Sr. Ministro de España en Tokio. Conocía al recibir la referida orden que el Ejército emprendía operaciones de gran importancia como ha sido después las de la batalla de Mukden, y, en estas condiciones obligado a resolver por mi propia iniciativa, puesto que no podía consultar a V.E. consideré lo más acertado, dentro del espíritu de nuestra profesión, seguir las citadas operaciones…”38. 38 AGMM, Operaciones de campaña de la guerra ruso-japonesa, 6234.1/82. Revista de Historia Militar, 126 (2019), pp. 119-148. ISSN: 0482-5748


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