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170 MERCEDES GÓMEZ OREÑA de las disposiciones porque costeaba la mayor parte de los beneficios que se les adjudicaba. Además, conocían las grandes exigencias que demandaban cuando las necesidades de regimientos eran apremiantes, como sucedió en 1663 cuando el coronel de Beroldinghen solicitó al Consejo de Italia que se le concediese en el Milanesado un tránsito de treinta mil estaras de sal al año para el servicio de las prefecturas tramontanas. Para conceder tal diligencia se precisaba un informe favorable del gobernador, que ni siquiera quiso contestar a tal demanda, lo que perjudicó seriamente el asunto, pues al no remitir razón alguna e insistir el coronel le fue concedido el beneficio. Cuando en la Lombardía tuvieron conocimiento de ello las autoridades y el fermiero ‒administrador de las salinas‒ remitieron a Madrid un informe negativo en el que argumentaban los numerosos inconvenientes que conllevaba dicha entrega. En primer lugar, manifestaron que solicitaban más sal de la que realmente necesitaban, por lo que se daba por hecho que pretendían especular con ella al adquirirla a un precio inferior al del mercado, perjudicando de esta manera a la Hacienda Real; en segundo lugar, que en 1610 los esguízaros renunciaron a la pretensión de los tránsitos previo pago de catorce mil escudos, y en tercer lugar, que las peticiones de sal no habían partido de las prefecturas tramontanas como aseguraba el coronel, sino que había sido él mismo el que las solicitó para su propio beneficio. De nada sirvieron las objeciones presentadas, pues el coronel de Beroldinghen las rebatió y continuaron los esguízaros disfrutando de este privilegio59. Con el tiempo se supo que a los Cantones se les pago por duplicado algunos servicios, por lo que cuando se proyectaron las grandes reformas económicas de la década de los ochenta del siglo XVII el Consejo de Italia conminó al Estado de Milán a que remitiese los extractos de lo abonado a la milicia. También, fue solicitado a las autoridades del Virreinato de Nápoles y Sicilia por haber contribuido en más de una ocasión a asistir económicamente al citado estado. Sin embargo, la burocracia en la administración impidió que se solventara este asunto debidamente, todavía en 1699 se seguía solicitando dichas cuentas sin obtener respuesta alguna de los virreyes ni de los gobernadores60. Epílogo A lo largo de este estudio ha quedado patente los vínculos tan intensos que hubo entre los Cantones Católicos y la Monarquía Hispánica. Prueba irrefutable de ello es que, a pesar de que las relaciones diplomáticas dependían por la proximidad de los territorios del Estado de Milán, mantuvieron en la 59 Consulta del Consejo de Estado, AHN, Estado, legajo 1953 y 1929. 60 Consulta del Consejo de Estado, AHN, Estado, legajo 1629. Revista de Historia Militar, 126 (2019), pp. 170-174. ISSN: 0482-5748


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