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LOS AGREGADOS MILITARES ESPAÑOLES EN LA GUERRA... 93 antiguos, por lo que poco más podríamos decir sobre lo en ellas relatado. No obstante, es interesante indicar que en la génesis de este trabajo, el material que dispuso el autor para su elaboración, se encuentra hoy en el Archivo Histórico de la Nobleza, en Toledo, en el que destaca una abundante correspondencia epistolar mantenida entre este militar y el ministro de la Guerra, el general Arsenio Linares, durante el tiempo que duró la campaña3. A la vista de este material podemos afirmar que lo que entendemos como memorias del coronel Fernández de Córdova, no es exclusivamente un informe personal de este militar sino un trabajo que aglutina los informes y vivencias de los tres agregados militares españoles en el ejército ruso, pues dentro de esta documentación se halla el material aportado por sus dos subordinados. Es más, el temprano fallecimiento del marqués de Mendigorría, sin haber concluido las memorias planificadas, determinó que su familia encargara al teniente Pedro Javenois y Labernade la conclusión del mismo, que al final pudo ser publicado en el año 1908. Pero si la documentación relativa a la misión española en la guerra en Manchuria, gracias a esta memoria, ha tenido una “suficiente” constancia histórica, no pasó lo mismo con las experiencias vividas por el resto de los componentes que acudieron a aquel conflicto, nos referimos a los militares que cumplieron la misión de agregados militares en el ejército japonés. Afortunadamente, en el Archivo General Militar de Madrid se conservan parte de la documentación generada por estos militares, en especial los informes remitidos al ministerio de la Guerra por uno de sus componentes, el capitán Herrera de la Rosa, que hoy permiten completar, en lo posible, este olvido. Por esta razón este trabajo pivotará sobre los agregados militares en el ejército japonés, aun cuando, hagamos continuas referencias a los servicios prestados por los oficiales destinados en el ejército ruso en Manchuria. En febrero de 1904 dieron comienzo las hostilidades de uno de los primeros conflictos modernos. La guerra que enfrentaba a una potencia colonizadora “clásica”, como Rusia, con el país oriental que en mayor grado se había occidentalizado, tanto a nivel industrial, como militar, Japón. Este fue un conflicto surgido por las ambiciones imperialistas de ambos países en Manchuria y Corea, área en la que se cruzaban sus intereses. Los principales escenarios del conflicto fueron, desde el punto de vista terrestre, la península de Liaodong y Mukden, y desde el naval, los mares de Corea y Japón y el mar Amarillo. Rusia buscaba un puerto en el océano Pacífico para uso de su Armada y para su comercio marítimo. Vladivostok sólo era operativo durante el verano, cuando las aguas no estaban congeladas, por eso puso su interés en Port Arthur. 3 Archivo Histórico de la Nobleza (AHN), Archivo de los marqueses de Mendigorría. Revista de Historia Militar, 126 (2019), pp. 93-148. ISSN: 0482-5748


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