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192 GUILLERMO CALLEJA LEAL la guerra en Filipinas se iba a prolongar, cuando España necesitaba concentrar todas sus fuerzas y energía en los dos conflictos independentistas, tanto el cubano como el filipino. Y, sobre todo, en unos momentos en los que la actitud de EE.UU. era cada vez más amenazante. Los primeros pasos hacia la paz Primo de Rivera escribió un informe a Cánovas el 4 de agosto de 1897 comunicándole que disponía de fuerzas militares suficientes para terminar con la Insurrección Tagala, le describió la situación de la guerra como favorable, le explicó también las dificultades que podría haber en una situación de guerra indefinida en el Archipiélago y que dio asimismo un pase al influyente tagalo Pedro Alejandro Paterno,180 para que pudiera moverse por varias provincias sin ser detenido y exponerle en persona las condiciones de paz pretendidas por Emilio Aguinaldo: “Mi impresión es que este hombre (Pedro Alejandro Paterno) obra de buena fe, pero creo que no tiene fuerzas para alcanzar lo que se propone. Le he facilitado un pase para circular por varias provincias: veremos el resultado; sea el que fuere, nada perdemos, porque en nada varío ni modifico la política de guerra, ni la suspendo un solo momento”. Dicha propuesta consistía esencialmente en negociar la paz, para lo cual el líder tagalo abandonaría la lucha a cambio del indulto y un salvoconducto para él y los principales dirigentes tagalos para así poder marcharse a China o a Japón y tres millones de pesos (cantidad que disminuirá substancialmente en las negociaciones). Las otras condiciones eran: la expulsión de las Órdenes religiosas, la representación de Filipinas en las Cortes y la 180 Pedro Alejandro Paterno y de Vega Hidalgo. Manila, 17/02/1857 – Manila, 26/04/1911. Contemporáneo de Rizal, estudió Filosofía, Teología y Cánones en la Universidad de Salamanca. Terminó Derecho y se doctoró en Derecho Civil y Canónico en la Universidad de Madrid, en 1880. Escribió en Madrid su poemario Sampaguitas (1880) y su novela Ninay (1885). Autor de ensayos: El problema político de Filipinas, Los Itas, El cristianismo en la antigua civilización tagala, El barangay, etc.; y en 1910 del opúsculo “Pacto de Biac-na-Bató”. Caballero de la Orden de Isabel la Católica, en 1893. Regresó en 1894 y fue nombrado Director del Museo-Biblioteca de Filipinas. Sospechoso de complicidad en el estallido de la Revolución de 1896. Negoció con Aguinaldo y otros jefes tagalos el pacto de Biac-na-Bató. Participó luego en la guerra durante la ocupación norteamericana. Presidente del Congreso de Malolos y luego del Consejo de Ministros de la extinguida República Filipina. Prisionero estadounidense en Benguet, luego amnistiado y miembro de la Asamblea Nacional de Filipinas (estuvo en su inauguración, 16-10-1907). Fundador y editor del periódico nacionalista Patria, en el que alabó los aspectos positivos de la colonización española. Revista de Historia Militar, II extraordinario de 2019, pp. 192-206. ISSN: 0482-5748


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