El homenaje a los héroes que forjaron la historia y a todos los que entregaron su vida por España es un deber de gratitud y un gratitud y un motivo de estímulo para la continuación de su obra». Gratitud y estímulo, por tanto, y solo agradecemos y nos estimula aquello que conocemos. Para todo militar es una obligación poseer un profundo conocimiento basado en criterios profesionales y no anecdóticos de las tradiciones que le afectan. El dominio del campo de batalla moderno incluye la lucha por las motivo de estímulo para la continuación de su obra percepciones como clave para mantener la libertad de acción (PD1-001 Empleo de las Fuerzas Terrestres), lo que hoy en día se está dando en llamar la construcción del relato. Por eso, dentro del nuevo enfoque multidisciplinar de la historia militar, las relaciones que esta mantiene con la economía y la conflictividad social la han convertido en un actor más de la comunicación. Ya a mediados de siglo xx, para los estadounidenses, el 68 / Revista Ejército n.º 946 • enero/febrero 2020 estudio de la historia militar tenía dos funciones: «entrenar en su profesión a los militares y convencer a los gobiernos y a los votantes de la necesidad de los gastos militares». Por la importancia que ha adquirido esa lucha por las percepciones, todos los medios son buenos para incidir sobre ella y la historia hasta ahora recluida en los libros ha pasado a primera línea de ese combate. Actualmente es raro el día en el que los periódicos no incluyen alguna reseña sobre un hecho histórico, muchas veces enfatizando sus aspectos militares. El interés por la novela histórica tampoco para de crecer y, finalmente, internet contribuye con toda su potencia a ese auge donde tienen fácil cabida las teorías conspirativas y «contrafactuales » amparadas en una permanente búsqueda de la novedad, sobre la que debemos ser extremadamente prudentes, ya que ese afán innovador muchas veces está afectado de falta rigor, cuando no de propaganda y manipulación y, por qué no decirlo, de intenciones ocultas. Y es que muchas veces la simplificación de los Ya a mediados de siglo xx, para los estadounidenses, el estudio de la historia militar tenía dos funciones: «entrenar en su profesión a los militares y convencer a los gobiernos y a los votantes de la necesidad de los gastos militares»
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