HHIISSTTOORRIIAA PPAARRAACCAAIIDDIISSTTAA alta, salió hacia el campo del Olmo, dispuesto a liberar sus territorios de tropas enemigas. Desplegó en dos líneas, cerrando su frente con caballos de Frisia y reforzándolo con artillería. Los granaderos flanqueaban la formación. A la derecha del despliegue, cerraban las dos líneas batallones de infantería austríaca y más a la derecha se colocaba toda la Caballería, bastante retrasada por miedo a los jinetes españoles. Los batallones y regimientos españoles cubrieron la línea que unía un convento agustino conocido como Madonna de Santi Angeli (Madonna del Olmo), posición clave de la batalla. Si caía, podía darse por perdido todo el Ejército de las Dos Coronas y las casas fortificadas de Tetto Bovis. El ejército francés continuaba la línea española hasta la casa de Picca Pietra. Continuando la primera línea, se situaba casi toda la Caballería hispano-francesa y, cerrando el conjunto, en potencia, algo más retrasados para proteger a los jinetes susceptibles de ser flanqueados, los dragones de Lusitania. Los warasdines, tropa croata indisciplinada pero feroz, comenzó el ataque a la Madonna del Olmo. Aunque acometían con ferocidad, los defensores repelían los ataques conteniendo al enemigo. Los que les apoyaban tampoco tuvieron éxito. A la derecha, los granaderos piamonteses fueron mantenidos a raya por los Dragones de Edimburgo y húsares a pie, mientras que batallones de la Brigada del Savoia se vieron inmovilizados por el continuo hostigamiento que les hacía la infantería española. Frente al convento, la lucha se mantendría toda la batalla. Apenas se retiraron los croatas, los granaderos italo-germanos iniciaron el ataque. Tropa más disciplinada y profesional continuó con el ataque, mientras eran rechazados por los defensores. Mientras se intentaba asaltar la Madonna, la brigada de la izquierda de la primera línea de los sardos, encabezada por el Regimiento de Savoia y apoyada por artillería, atacó la línea entre el convento y la línea española. En un determinado momento, reventó un carro de municiones de su artillería, levantando una gran humareda y creando mucha confusión. Los franceses intentaron aprovechar la ocasión y avanzaron Foto superior: estadillo del Lusitania en diciembre de 1744 Foto inferior: jinete del Lusitania. Su uniforme amarillo (batalla de Milazzo) y negro (batalla de Madonna del Olmo) recuerdan 71 sus grandes gestas
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