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LA MAR EN LA FILATELIA Mary Ann Rogers ayudando a otra pasajera. a ponerse los chalecos salvavidas y entrar en los botes. Incluso entregó su chaleco a una pasajera que no lo tenía, como aparece en el cuarto sello de 2019, y también le ayudó a subir al bote. Cuando le dijeron que embarcara, Mary no quiso por el temor a volcarlo ya que el bote estaba muy cargado, y al final pereció en el naufragio. La famosa soprano británica Greta Williams, pasajera del Stella, también fue considerada como una heroína por sus compañeros de desventura. Se salvó en el bote salvavidas pequeño de 29 supervivientes. Durante el tiempo que estuvieron a la deriva confortó e infundió valor a todos mientras esperaban a ser rescatados, cantando algunas piezas de su repertorio. La prensa se hizo eco de estas y otras noticias, resaltando que el comportamiento de la tripulación y los pasajeros había sido ejemplar. Dijo que durante el hundimiento del barco, a bordo no hubo pánico ni confusión. También dijo que ningún hombre había abandonado el barco hasta que todas las mujeres y niños estuvieron acomodados en los botes salvavidas. Aunque esta noticia sufrió un enfriamiento, cuando durante la investigación posterior quedó patente que en el naufragio murieron por lo menos 18 mujeres y niños, mientras en uno de los botes salvavidas con 25 náufragos, 24 eran hombres y solo había una mujer. La investigación La investigación y la vista sobre el accidente dio comienzo el 27 de abril de 1900 en Guildhall, Westminster, y duró seis días. Durante su realización se dijo que el barco iba a mucha velocidad para competir con el vapor Lynx de la Great Western Railway, lo que fue rebatido por la compañía London and South Western Railway, dueña del Stella. Y aunque no se pudo llegar a una conclusión definitiva sobre si el Stella estaba o no echando una carrera al Lynx, toda la culpa recayó en el capitán de barco que había perecido en el naufragio, por continuar navegando a toda velocidad cuando se cerró en niebla. Este veredicto permitió que unas 40 familias demandaran a la compañía London and South Western Railway exigiéndole una compensación económica. Y aunque la compañía y sus aseguradoras entraron en grandes y prolongados litigios para evitar los pagos, al final, un veredicto de la Corte de Apelación fue favorable para los familiares de las víctimas y supuso un alto coste para la citada compañía. Los recuerdos De aquel naufragio se conservan varios recuerdos, muchos de ellos dedicados a Mary Ann Rogers por su heroico comportamiento. Una placa de metal colocada en el puerto de St. Peter Port recuerda el naufragio del Stella. La efigie de la antes citada heroína es recordada en una vidriera de colores de la catedral de Liverpool, como se puede ver en la hoja bloque de 1999, donde también son recordadas otras siete mujeres: Agnes Jones, Alice Marvel, Anna Hinderer, Anne Cecile, Grace Darling, Kitty Wilkinson y Louisa Stewart. Mary Ann también es recordada en el «Memorial to Heroic Self Sacrifice» del Parque Postman, en Londres. Y el Stella Memorial de Southampton recuerda el naufragio y especialmente las actuaciones de Mary Ann. Dicho memorial fue costeado por suscripción pública, y entre los que dieron dinero estuvo en Duque de Westminster. En la suscripción se obtuvo un total de 570 libras esterlinas, de las que 250 fueron entregadas a la familia de Mary Ann y 160 Enero-feb.


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