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El hundimiento del Stella en el momento que levanta la proa al cielo, con botes llenos de náufragos en sus inmediaciones. tan espesa que amortiguó el sonido del faro, hasta que poco después de las 04:00, a bordo se pudo oír claramente dicha señal cuando ya era demasiado tarde, y el faro del bajo de los Casquets apareció de repente a la vista de todos, justo por la proa como se ve en el tercer sello de 2019. El capitán Reeks ordenó atrás toda por el telégrafo de máquinas cuando iba a casi 18 nudos, y trató de virar para no tocar las rocas, pero el Stella rascó dos piedras, y al instante, un bajo sumergido de granito le abrió el fondo como si fuera una lata de sardinas. El barco se hundió en ocho minutos, yéndose al fondo de popa, mientras la proa se alzaba al cielo como figura en el sexto sello de 2019, para desaparecer inmediatamente bajo el agua, llevando consigo el cuerpo del capitán Reeks. El accidente tuvo lugar a unas 15 millas de St. Peter Port, puerto de destino del barco. El salvamento Tras la colisión, para abandonar el buque se arriaron cinco botes salvavidas, de los que cuatro llegaron a agua sin novedad mientras el quinto, arriado por babor, volcó. Y solo hubo tiempo para lanzar uno de los botes plegables, que terminó hundiéndose. Un bote salvavidas grande con 38 supervivientes a bordo, dio remolque a otro bote pequeño con 29 supervivientes, y ambos estuvieron a la deriva hasta las 07:00 de la mañana del día 31 de marzo en que fueron avistados LA MAR EN LA FILATELIA por el vapor Vera, que llevó a los náufragos hasta St. Helier, en Jersey. Otro de los botes pequeños, con 24 supervivientes, dio remolque al chinchorro con 13 náufragos. Ambos permanecieron unidos durante la noche, y fueron auxiliados por el vapor Lynx, de la compañía Great Western Railway, que navegaba de Weymouth a St Peter Port. Al bote volcado lograron subir 14 personas, que permanecieron encaramadas a su fondo hasta que unas horas más tarde terminó siendo enderezado por una ola que las lanzó al agua. De ellas, 12 lograron subir al bote de nuevo y acomodarse en su interior, de las que cuatro murieron durante la noche y las restantes fueron rescatadas por el remolcador francés Marsouin, después de haber permanecido 27 horas en el mar o a bordo del bote. Mientras tanto, el vapor Honfleur colaboró en la búsqueda de supervivientes. En total perecieron 86 pasajeros y 19 miembros de la tripulación. Los héroes En esta tragedia, como en cualquier otra de su estilo, han sobresalido algunas personas por sus acciones durante el abandono de buque y posterior permanencia en los botes, que por otra parte se realizó de la forma más ordenada posible como se puede observar en el quinto sello de 2019. Una de ellas fue la camarera jefe Mary Ann Rogers, que se encargó de conducir a varias pasajeras a la cubierta para abandonar el barco, y les ayudó Un sacerdote dando la bendición a cuatro pasajeras. 2020 159


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