El radiotelescopio más grande del mundo, situado en Guizhou, en el sur de China
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abierta a usuarios no militares, según
el equipo de investigación. Se
ha utilizado en una serie de estudios
geológicos en busca de reservas de
minerales o combustibles fósiles sin
explotar, especialmente aquellas enterradas
a miles de metros bajo tierra
ignoradas por los métodos de detección
convencionales. Los científicos
también están utilizando las señales
para monitorear las fallas activas
y calcular los riesgos de terremotos
para las principales ciudades chinas.
Otra cosa son los efectos sobre la salud
de las ondas ELF y que se han debatido
durante décadas.
A massive antenna in China can
use Earth itself to send signals
to submarines thousands of
miles away, por Stephen Chen
en www.businessinsider.com
EL GLOBO: VIEJA ARMA SECRETA
Las nuevas armas de largo alcance
podrán alcanzar objetivos tácticos
desde miles de millas de distancia o
más, pero solo si tienen exploradores
aéreos para localizar sus objetivos.
Los globos estratosféricos experimentales
se están convirtiendo
en alternativas viables y capaces que
pueden pasar desapercibidas por las
defensas aéreas enemigas. Los globos
combinan capacidades de largo
alcance con el sigilo para realizar
misiones que serían imposibles para
otras aeronaves.
Los globos estratosféricos, pueden
acechar desde alturas de entre
20 000 y 25 000 metros, muy por encima
de las rutas de vuelo normales
de los aviones. Los aviones de reconocimiento,
como los drones, están
limitados por el tiempo que pueden
inspeccionar un área de interés. La
capacidad de vigilar un área durante
días seguidos con una plataforma
de bajo costo significaría un gran aumento
en la capacidad obtención de
inteligencia.
Los satélites llenan parte de la brecha
de permanencia, pero los satélites en
órbita terrestre baja (a 30-400 kms de
la superficie de la Tierra) sólo captan
destellos poco frecuentes de un área
específica, mientras que los satélites
en órbita geoestacionaria sólo son
útiles para aplicaciones estratégicas
como sería la detección de lanzamientos
de misiles balísticos.
La durabilidad y la resistencia de los
globos podrían complementar las carencias
de las plataformas citadas.
Una empresa privada que trabaja con
el Pentágono y la NASA ha creado
sus globos a los que llama Stratollites
que, con forma de calabaza, llegan a
medir hasta 22 000 metros cúbicos
de volumen y pueden incorporar cámaras
térmicas y de luz diurna, radares,
sensores de radiofrecuencia y paneles
solares, pudiendo mantener la
posición sobre un objetivo específico
durante cuatro días.
Los científicos japoneses fueron los
primeros en utilizar globos intercontinentales
con fines militares en 1944.
Sus globos «Fu-go» llevaban bombas
incendiarias a 10 000 metros en un
intento fallido de provocar incendios
forestales en el noroeste del Pacífico.
Una variedad de proyectos de globos a
gran altitud entre 15 000-33 000 metros
siguieron durante la Guerra Fría.
El Proyecto Genetrix de la USAF lanzó
globos espía disfrazados de globos
meteorológicos sobre la Unión Soviética
en 1956, con sus cámaras apuntando
hacia abajo con la intención de
fotografiar instalaciones ultrasecretas.
Esta era la única forma de ver el
interior del país antes de los satélites.
Las generaciones futuras de globos
podrían tener más resistencia y ser
capaces de vigilar un punto de interés
durante meses. Hoy, esa persistencia
requiere relevos de drones,
con miembros de la tripulación de
tierra manejando aterrizajes y despegues.
La tecnología de globos se está moviendo
rápidamente hacia un uso
práctico, ya sea en casos de uso sigiloso
o en combate. Ha habido y hay
en la actualidad numerosos proyectos
para el desarrollo de estos viejos
protagonistas del espacio. En el futuro
habrá más mejoras y preparémonos
para más avistamientos de ovnis
u ovdis, porque muchos globos entran
en el catálogo de objetos volantes difíciles
de identificar.
Why These Badass Balloons
Are the Pentagon's New Secret
Weapon, por David Hambling en
www.popularmechanics.com
Ricardo Illán Romero
Teniente coronel de Infantería