Al no obtener respuesta, Sucre continúa el avance y el 9 de febrero arriba a la ciudad donde se encontraba Olañeta. Pero pocos días antes el Mariscal realista había abandonado la ciudad. Sucre decretó ese mismo día que dichas provincias quedaban bajo la soberanía de la máxima autoridad del Ejército Libertador, hasta que una Asamblea de Diputados local determinase si deseaba mantenerse dependiente de alguno de los nuevos Estados o ser independiente. Esta decisión de Sucre, de convocar a una Asamblea de Diputados, al principio es rechazada duramente por Bolívar. Pero posteriormente, y luego de una amplia disertación y discusión entre ambos, Bolívar avala el polémico decreto de lo que será la futura Bolivia. Al respecto, señalará el escritor boliviano Juan Vidaurre: « … Bolivia fue creada mediante la guerra, pero también por la diplomacia; ambos factores frecuentemente se conjugan. La guerra establece el orden nuevo con auxilio de la diplomacia. Esta con frecuencia se apoyó en la fuerza. La guerra de la independencia basada en imperativos y en doctrinas, fue orientada por hábiles manos diplomáticas e influenciada por factores de política nacional …»45. El reconocimiento de Bolivia implicará un proceso de varios meses de negociación con los otros nuevos Estados suramericanos, e incluso un impasse con el Imperio de Brasil que anexionó temporalmente a su territorio la municipalidad de Chiquitos. Pero al final, y luego de una labor diplomática pacífica y contundente, obtendrá su categoría de Estado Independiente. La labor diplomática de Sucre finalizará las Conferencias en la Villa del Rosario de Cúcuta, para evitar pacíficamente la separación de Venezuela de la República de Colombia. No obstante, su trabajo será infructuoso y el Protocolo suscrito por comisionados de Colombia y Venezuela, el 21 de abril de 1830, dejará abierta la puerta a la autodeterminación de cada uno de los Departamentos colombianos. 1.9. Las Capitulaciones a grupos guerrilleros realistas (Venezuela) Después del fin de las grandes batallas en el continente, algunos grupos realistas quedaron activos mediante la lucha de guerrillas en Venezuela. Dos de los principales cabecillas fueron José Dionisio Cisneros y José Arizábalo 140 y Orobio. 45 Ibídem. p. 211.
REVISTA ESPAÑOLA DERECHO MILITAR 95-96
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