Page 80

ARMAS Y CUERPOS 132

Peregrinación Arma Caballería Santiago 1982 difícilmente tendrá sentido si no está basado en el pasado. Al menos no sería fácil escoger un buen camino. Por ello, es conveniente hacerse de inmediato la pregunta de si la hermosa tradición sobre Santiago debe ser reconocida y reforzada porque reúna estas condiciones, ya que contribuyó decisivamente al quehacer de España y puede tomarse como inspiradora de nuestro destino futuro, integrados en una nación, y como referente obligado de los pertenecientes al Arma de Caballería, dispuestos a servir a España según lo que indica nuestra Constitución. Estudiar esta tradición y comprobar sus bases históricas no es tarea fácil. Diversas circunstancias contribuyen a ello. En primer lugar, por la preponderancia alcanzada por el Camino de Santiago en la mayoría de los estudios y publicaciones sobre este tema; así me lo reconocía el especialista en la tradición jacobea Millán Bravo Lozano, catedrático de latín de la Universidad de Valladolid. Después, la difusión frecuente de una información mezclada con leyendas, a veces confusa e incluso manipulada. También el interés en su desacreditación de determinados medios de comunicación. Finalmente, por lo que yo llamaría cierto secuestro gallego del asunto. Sobre Santiago se presentan importantes cuestiones que aún no se han resuelto del 80 Armas y Cuerpos Nº 132 todo. ¿Dónde fue enterrado? ¿Su cadáver fue trasladado a España? ¿Predicó en la Península? Para aproximarnos a estas cuestiones, hay que examinar detenidamente los hechos y las fuentes para comprobar si las vicisitudes del apóstol en la Península tienen base histórica y en qué medida podemos determinar su posibilidad y probabilidad, mediante criterios objetivos, evaluando la antigüedad, continuidad, autoridad y coherencia de las fuentes y los trabajos de arqueología realizados. Según afi rmaba el historiador Sánchez Albornoz, las apariciones bélicas de Santiago se inspiraron en el Apocalipsis, libro de contenido profético, escrito para animar a los cristianos ante las primeras persecuciones judías y las de Claudio, Nerón y Domiciano (81/96). Este último libro de la Biblia fue divulgado en España por los códices ilustrados llamados “Beatos”, designación que derivada de un monje del cenobio de San Martín de Liébana. El religioso, de este nombre, editó dos versiones del Apocalipsis, en los años 776 y 784, con explicaciones que denominó “Comentarios del Apocalipsis. Él fue quien dio la primera noticia de la predicación de Santiago en España en las dos ediciones citadas. Los manuscritos originales no se conservan y el convento, a partir del siglo XII, sería llamado San Toribio, su fundador. El Apocalipsis es el evangelio de las esperanzas cristianas, escrito en género apocalíptico,


ARMAS Y CUERPOS 132
To see the actual publication please follow the link above