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CUADERNO DE PENSAMIENTO NAVAL 20

LA MARINA IMPERIAL DE JAPÓN EN LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (PARTE I) Nuevas órdenes dispusieron el próximo retorno de la Fuerza naval a Japón. Destacó aún el Almirante Sato a los destructores Ume y Kusunoki a patrullar el Adriático y con el resto del destacamento naval procedió en demanda de Portland, Inglaterra, desde Malta con objeto de reunir su fuerza y marinar los U-boote alemanes presa de guerra para Japón. una vez en Portland, 5 de enero de 1919, se incorporaron al mando del almirante Sato las unidades procedentes de Scapa Flow: el Izumo, Hinoki, Yanagi y los siete U-boote que posteriormente se trasladarían a Japón con dotaciones de la MIJ. Reagrupando sus unidades el almirante Sato volvió a Malta a finales de marzo de 1919, donde se reincorporaron el Ume y el Kusunoki. El buque de apoyo Kwanto atendió las necesidades logísticas de los siete U-boote, para unirse al crucero Nisshin que con la mayor parte de los destructores de las dos Escuadrillas, procedió en demanda de la base naval de Yokosuka, donde arribaron el 18 de junio de 1919, totalizando más de dos años de campaña. El crucero Izumo con cuatro destructores salió de Malta el 10 de abril de 1919 para mostrar el pabellón en los puertos mediterráneos de Nápoles, Génova y Marsella. Esta despedida era una constatación del empeño de Japón en abrirse al mundo occidental del que esperaba un reconocimiento y trato igualitario. tras una última escala logística en Malta el 5 de mayo de 1919, de diez días de duración, la Agrupación formada por el crucero Izumo y los restantes destructores, se hacía a la mar en demanda de Yokosuka donde rendiría viaje el 2 de julio de 1919. la relación entre el tiempo en la mar y en puerto de sus buques fue mayor que la de cualquier otra Marina aliada. Así los buques de la MIJ estuvieron en la mar el 72 por 100 del tiempo de su destacamento, los británicos el 60 por 100 y los italianos y franceses el 45 por 100. los oficiales británicos consideraron que en todo momento la actuación japonesa fue impecable y ajustada al Plan que se había establecido. los oficiales de la MIJ destacaron por su profesionalidad y seriedad. la actuación del Destacamento naval de la MIJ en el Mediterráneo sólo mereció parabienes por parte británica. El Sr. Churchill expresó la excelente opinión generalizada, diciendo: «ni por asomo puede encontrarse el más mínimo desdoro en la actuación de los buques de la MIJ». El gobernador de Malta Sr. Methuen, después de revistar al Destacamento naval en marzo de 1919, alabó a la MIJ por «su excelente trabajo en aguas europeas» y expresó su esperanza al decir: «Dios permita que nuestra alianza, forjada en sangre, permanezca en el tiempo». CuADERNoS 2016 DE PENSAMIENto NAVAl 21


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