Page 95

RHM_extra3_2015_500 años Gran Capitán

94 CARLOS JOSÉ HERNANDO SÁNCHEZ y Ferrante II tuvo que refugiarse en Sicilia, como antes hiciera su padre. La rendición de pleitesía al monarca galo por parte de algunos de los máximos exponentes de la corte aragonesa, como el humanista y canciller Giovanni Pontano, sancionó la ocupación. La respuesta española fue rápida pero aún escasa en medios, que irían incrementándose en los meses siguientes183. En mayo de 1495 un contin-gente castellano embarcó en las naves de la armada de Vizcaya bajo el man-do de Gonzalo Fernández de Córdoba184. Se trataba de un cuerpo compacto, cuya adaptación al terreno y extraordinaria agilidad le permitiría vencer en audaces escaramuzas a las pesadas fuerzas francesas dirigidas por el duque de Montpensier tras la retirada de Carlos VIII. La acción del cuerpo espa-ñol, que tras concentrarse en Mesina desembarcó en Calabria al final de la primavera, se desarrolló bajo la guía teórica del rey Ferrante II. Tras varios reveses iniciales, como el de la I batalla de Seminara a finales de junio de 1495, atribuidos a los criterios convencionales de combate impuestos por el monarca napolitano, Gonzalo adoptó una táctica de pequeños pero con-tinuos ataques al enemigo, escaramuzas que le facilitaron el control de las escarpadas sierras de Calabria y el apoyo de una parte considerable de las elites nobiliarias en esa región y la vecina de Apulia. De esa forma pudo pro-seguir su marcha hacia el Norte y apoyar a las fuerzas napolitanas, parcial-mente reorganizadas y concentradas en torno a la capital reconquistada en julio, hasta lograr la expulsión total de las tropas francesas. Estas se habían visto pronto desasistidas por su propio monarca, que emprendió el regreso a Francia con el grueso de sus efectivos y fue atacado por los 23.000 hombres del ejército de la Liga Santa que había formado el papa con otros estados italianos. Al mando del marqués de Mantua Francesco Gonzaga y con la contribución decisiva de la caballería ligera veneciana, frente a la ambigua lentitud del contingente del duque de Milán, los italianos lograron derrotar a la retaguardia francesa en la principal batalla campal de aquella campaña, librada el 6 de julio en Fornovo, junto al río Taro y cerca de Parma, lejos de 183 Vid. Ladero Quesada, Miguel Ángel: “Fuerzas navales y terrestres de los Reyes Católicos en la primera guerra de Nápoles (1494-1497)”, en Revista de Historia Naval, nº100, 2008, pp. 11-57. 184 Según escribiría Alonso de Santa Cruz, los reyes “con mucha presteça, mandaron hacer en Málaga una gran armada de naos y carabelas, con mucho número de jente de a pie y de a cavallo. Y por capitan de ella avían elejido a don Manuel Ponce de León, hermano del mar-qués de Cádiz, buen cavallero y valiente hombre. Y por parecelles a Sus Atezas que no era de tanto consejo en las cosas de la guerra como convenía para aquel viaje, embiaron a llamar a Gonçalo Hernández de Córdova, hermano de don Alonso de Aguilar, hombre esperto y exercitado en la conquista del reino de Granada. Y lo mandaron ir por Capitán General de aquella armada…”, Santa Cruz, Alonso de, Crónica de los Reyes Católicos, t. I, p. 122. Revista de Historia Militar, II extraordinario de 2015, pp. 45-114. ISSN: 0482-5748


RHM_extra3_2015_500 años Gran Capitán
To see the actual publication please follow the link above