Page 99

RHM_extra3_2015_500 años Gran Capitán

98 CARLOS JOSÉ HERNANDO SÁNCHEZ Alejandro VI y Luis XII, sellada desde 1498, hacía aún más necesario el viraje diplomático, cristalizado al aceptar los monarcas españoles participar junto al Rey Cristianísimo en la Liga Santa impulsada por el pontífice para hacer frente a la nueva amenaza turca, esta vez contra las posesiones vene-cianas en el Adriático194. La empresa de Cefalonia, a la que ya nos hemos referido, sería el preámbulo de la segunda y definitiva empresa de Nápoles tanto en el orden militar como en el diplomático195. Las negociaciones del rey Federico con el sultán otomano196 proporcionaron un argumento al papa Alejandro VI para autorizar el reparto del territorio napolitano entre Francia y España, previamente acordado por los reyes Católico y Cristianísimo en el tratado firmado el 10 de octubre de 1500 en el castillo de Chambord y ratificado el 11 de noviembre en Granada197. El sur del reino, agrupado en los ducados de Calabria y Apulia, correspondió a los Reyes Católicos -men-cionados conjuntamente en el acuerdo, a despecho de los derechos exclusi-vamente aragoneses-, mientras el norte y la capital serían para Luis XII con el título de rey de Nápoles, al que acompañaba el puramente formal de rey de Jerusalén. Gonzalo, que había regresado con su armada a Sicilia, desem-barcó en el sur del reino partenopeo y fue ocupando los territorios asignados en una sucesión de triunfos apenas enturbiados por la resistencia del puerto de Tarento, finalmente tomado y donde se encontraba el joven Fernando de Aragón, duque de Calabria y, por tanto, heredero del rey Federico de Nápo-les. Mientras éste se refugiaba en Francia, su hijo fue enviado a España, con-traviniendo el pacto sellado por el Gran Capitán cuando se rindió, uno de los escasos episodios en los que Gonzalo se vio obligado a infringir el código caballeresco para seguir las órdenes de Fernando el Católico. La ocupación del resto del territorio consiguió el sometimiento de la nobleza feudal, ma-yoritariamente pro francesa, mientras que la parte correspondiente a Francia contaba con los dominios de los principales linajes pro españoles, como los Ávalos y los Colonna. Tal desequilibrio entre las lealtades de los vasallos y las potencias ocupantes encerraba la semilla de un nuevo enfrentamiento que se vería precipitado a causa de la pugna por el control de la Aduana de Foggia -principal fuente de ingresos del Reino al canalizar la relevante economía de la ganadería trashumante- por no haberse mencionado en el reparto los límites de las provincias de Basilicata y Capitanata. 194 Vid. Suárez Fernández, Luis, “1500: un giro radical en la política de los Reyes Católicos”. 195 Vid. Quatrefages, op. cit., pp. 119 y ss. 196 Vid. Volpicella, Scipione, Federico d’Aragona e la fine del regno di Napoli nel MDI, R. Ricciardi, Nápoles, 1908. 197 Vid. Fernández de Córdova Miralles, Álvaro, Alejandro VI y los Reyes Católicos…, pp. 419-431. Revista de Historia Militar, II extraordinario de 2015, pp. 45-114. ISSN: 0482-5748


RHM_extra3_2015_500 años Gran Capitán
To see the actual publication please follow the link above