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REVISTA DE HISTORIA NAVAL 133

JAIME ANTóN VISCASILLAS ingenieros de la Armada, con el objetivo de nacionalizar en la medida de lo posible tanto la tecnología como la formación. A través de varias reales órdenes, la normativa y los planes de estudio de la nueva Academia fueron desarrollándose. Inicialmente se admitió el ingreso de oficiales del Cuerpo General de la Armada (20), mediante exámenes de geometría descriptiva y mecánica, lo que posibilitaba la obtención del título de ingeniero con tres años de estudios. Debido a la falta de aspirantes, la convocatoria se amplió luego a los oficiales del Cuerpo de Ingenieros del Ejército (21), los cuales, en consideración a la alta preparación técnica obtenida en la academia de ingenieros de Guadalajara, solo tuvieron que cursar dos años. Todos ellos se graduaron en julio de 1917, constituyendo la primera promoción de ingenieros navales de la academia de Ferrol. A continuación, y según prevenía el reglamento, los flamantes oficiales del Cuerpo de Ingenieros de la Armada, que causaron alta con el empleo de capitán, pasaron a realizar prácticas en diversos buques y organismos por espacio de varios meses. La academia se instaló en el arsenal de Ferrol, en el antiguo Edificio de Herrerías, del siglo XVIII. junto a él se levantó otro de nueva planta y estilo modernista, denominado precisamente Edificio de Ingenieros, que a día de hoy conserva su facha original y alberga diversas dependencias en el complejo conocido como Centro de Herrerías. Aunque el director de la Academia de Ingenieros de Ferrol lo era también de la de Maquinistas, se trataba en realidad de dos centros docentes distintos para la formación de personal de distintos cuerpos de la Armada, aunque compartieran edificio e, incluso, profesores; por ello, la desaparición de la academia de ingenieros en 1932 (OM de 1 de febrero) no impidió que continuase la de maquinistas, que pasó a denominarse Escuela de Maquinistas. La sucesora del prestigioso centro docente ferrolano sería la Escuela Especial de Ingenieros Navales de Madrid, que ya como centro docente civil, dependiente en aquel momento del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, se creó por decreto de 25 de enero de 1933, durante la II República (22). Su (20) Convocatoria publicada por real orden de 23 de octubre de 1914 (Diario Oficial 238). Los alumnos aprobados —tres oficiales del Cuerpo General (teniente de navío Francisco de la Rocha Riédel, y alféreces de navío juan Antonio Suanzes Fernández y Nicolás Franco Bahamonde)— ingresaron en la Academia de Ingenieros y Maquinistas el 10 de marzo de 1915, a fin de cursar los estudios correspondientes para obtener el título de ingeniero naval, con arreglo a lo dispuesto en las bases provisionales para régimen de la academia, aprobadas por real orden de 3 de marzo de 1915 (DO núm. 32). (21) Convocatoria-concurso dispuesta por real decreto de 2 de diciembre de 1915 (DO núm. 274). Los alumnos aprobados fueron nueve, más uno a título particular, todos ellos oficiales del Cuerpo de Ingenieros del Ejército: Carlos Godino Gil, Áureo Fernández Ávila, Augusto Miranda y Maristany, josé Rubí y Rubí, Antonio Mas García, Luis Ruiz jiménez, jesús Alfaro Fournier, juan Campos Martín, Octaviano Martínez y Barca, y Federico Beigbeder Atienza. Todos fueron nombrados alumnos por real orden del Ministerio de Marina de 19 de enero de 1916). (22) Lo expide el jefe del Estado, don Niceto Alcalá-Zamora, y lo refrenda el presidente del Consejo de Ministros, don Manuel Azaña Díaz. La decisión se tomó a solicitud de la Asociación de Ingenieros Navales, integrada en su mayoría por antiguos oficiales de la Armada. 102 REVISTA DE HISTORIA NAVAL Núm. 133


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