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REVISTA_DE_SANIDAD_FAS_ABR_JUN_2016

Yala-Yala: ¿cómo fue la gastroenteritis en Badghis (Afganistán)? Sanid. mil. 2016; 72 (2)  127 lógicos en las heces, 15,6% febrícula y 11,1% fiebre (temperatura igual o superior a 38ºC). Recibieron tratamiento con antibióticos 8,1% del personal militar atendido y precisó ingreso en ROLE-1 8,9% para, entre otros cuidados, fluidoterapia intravenosa y observación. Los casos que se encuadran en estos dos últimos epígrafes no se solapan necesariamente, encontrando individuos que ingresaron y no recibieron antibióticos y otros a los que se pautó antibioticoterapia ambulatoria. No se aprecian diferencias significativas según sexos en estas variables. (Figura 3). Figura 3. Distribución de síntomas. DISCUSIÓN La gastroenteritis sigue siendo una de las patologías “no de combate” más comunes entre los contingentes militares desplegados en el extranjero3-8. Sin embargo, los estudios en este tipo de poblaciones no son habituales, en parte por la dificultad para su realización por las circunstancias de los propios despliegues, y sus resultados varían según la nacionalidad de las tropas estudiadas así como la localización de su asentamiento12. No obstante, para estimar el riesgo real de enfermedad y dar una base a futuras actividades preventivas, dichos estudios son necesarios3,5,8,11. Para nuestro conocimiento, nuestra investigación es la primera que se realiza sobre miembros de las Fuerzas Armadas españolas en la provincia de Badghis (Afganistán). La prevalencia de gastroenteritis observada es inferior a la descrita en otras publicaciones, ya se trate de viajeros civiles como de personal militar2-8,12-17. Las causas de esta discrepancia pueden ser diversas. La zona geográfica, la menor interacción con población local respecto a anteriores contingentes, las medidas higiénicas preventivas adoptadas o la idiosincrasia propia de las Fuerzas Armadas españolas pueden ser algunas de ellas. Desconocer el número exacto de pacientes que sufrieron gastroenteritis y no buscaron asistencia médica también puede tener relación aunque, en comparación con otros estudios, existe en todos ellos un porcentaje de patología supuesta no registrada por los investigadores3,7,8,10,16. Si bien en algunas series se ha comentado que la aparición de la enfermedad no tiene diferencias entre los sexos, en otras se apunta mayor probabilidad de las mujeres a presentar el cuadro a estudio, aunque con un riesgo relativo menor al encontrado en nuestro estudio15,18. Dado que se trata de población militar, es de esperar que el número de mujeres sea sensiblemente inferior al de varones por lo que sería recomendable diseñar investigaciones enfocadas a solventar este problema. La distribución de síntomas también difiere de otras publicaciones, llevándonos a pensar que la gastroenteritis observada en Badghis tiene ciertas peculiaridades, como la mayor presencia de náuseas y vómitos, que pueden conllevar mayores limitaciones para los enfermos y la necesidad de ampliar el tratamiento2,3,12. La aparición de casos con temperatura superior a 37ºC se encuentra en consonancia con otros estudios, indicándonos que cierto número de enfermos van a presentar distermias que pueden condicionar en mayor medida su estado general y su capacidad para el trabajo10,15. La decisión de administrar antibioticoterapia estribó en la existencia de temperatura superior a 38ºC, más de 6 deposiciones al día o presencia de sangre en las heces1. La adhesión a este protocolo se produjo algunas semanas tras el inicio de los cuadros. Este hecho, sumado a los diferentes facultativos que ocasionalmente atendían la consulta del ROLE-1, explica que no se puedan solapar completamente los casos con fiebre y antibioticoterapia. Esto nos lleva a plantear la importancia de unas líneas de actuación comunes y bien conocidas por todos los implicados en la atención de los pacientes. No obstantes, el porcentaje de pacientes que recibió tratamiento antibiótico es similar al de otras series5, 9,12. Por otro lado, el ingreso de los pacientes tampoco se correlaciona necesariamente con la necesidad de antibioticoterapia, encontrando además un mayor porcentaje de estancias hospitalarias con respecto a otros estudios3,12. La peculiaridad de este dato puede deberse al fácil acceso a la atención médica y la necesidad de una pronta recuperación de los enfermos, una cuestión menos relevante en otros ámbitos en los que podría haberse optado por un tratamiento ambulatorio menos agresivo. Hay que destacar que las características de un ingreso en el ROLE-1 se limitan a fluidoterapia intravenosa, vigilancia y monitorización de constantes, con eventual administración de antitérmicos y antibióticos por vía parenteral en los casos que así lo precisaban. Si algún enfermo hubiera necesitado medidas terapéuticas más complejas debería haber sido evacuado a un escalón superior, algo que no ocurrió durante el tiempo en el que se prolongó el estudio. Teniendo en cuenta el inicio del despliegue en ZO del contingente ASPFOR XXXIII, se objetivó que el pico máximo en la aparición de la enfermedad coincide con lo referido en otros estudios sobre población militar4,15. Esto debe ser tenido en Figura 2. Distribución según fecha de inicio.


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