TEMAS PROFESIONALES A pesar de las negociaciones de paz alcanzadas con Perú a principios de 1865, el odio latente por las viejas cicatrices, reabiertas por los acontecimientos más recientes (los sucesos en la hacienda de Talambo, la ocupación de las Islas Chincha, etc.), continuaba muy presente en el corazón de los peruanos. Héroe de El Callao: un ejemplo de coraje y amor a la Patria En medio de este escenario militar y social, la presencia de las naves españolas amarradas en el puerto de El Callao alimentaban el clima de hostilidad desde antaño presente entre la población limeña. Tal era la tensión reinante que una tarde de febrero de 1865, a las 18:00 horas, estando el cabo Esteban de franco de paseo fue sorprendido por una multitud local de manifestantes en pleno éxtasis antiespañol, que, poseídos, recorrían los suburbios y callejuelas de El Callao a la caza de los marinos de las dotaciones españolas de las naves «invasoras » atracadas en su puerto. La masa enfurecida acosaba y perseguía a cuantos españoles se cruzaban en su camino con intención de escarmentarlos dándoles linchamiento —o lo que fuere preciso— para expulsarlos de sus tierras, arrojando piedras al tiempo que proferían Retrato del cabo de mar Esteban Fradera i Bohigas. toda clase de insultos contra ellos y contra lo que sus uniformes representaban. En medio de esta revuelta callejera, al grito de «ya no aguanto más», harto de ser apedreado por la masa xenófoba enfurecida, armado tan solo con su sáez (2) y con el coraje propio de los de su estirpe, el cabo Fradera arremetió contra los violentos con un instinto tan salvaje y primitivo que no existía en todo Perú rival capaz de contener su ira en el combate cuerpo a cuerpo. (2) La sáez era como se denominaba en la jerga marinera de la época a la navaja reglamentaria de las dotaciones de los barcos de guerra de la Armada, en referencia al nombre de la cuchillería que las fabricaba. 304 Marzo
REVISTA GENERAL DE MARINA MARZO 2017
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