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REVISTA HISTORIA NAVAL 136 MAS SUP25

MARINA MERCANTE: LUCES Y SOMBRAS (1914-1918) mercado: Astilleros Urola y Astilleros Andonaegui de Pasajes. En 1918 se constituyen cinco sociedades anónimas en relación con la construcción naval. Sobre las formas societarias anteriores, se crean las sociedades anónimas: en Pasajes de San Juan aparecen Astilleros Eraso, Astilleros Andonaegui y Astilleros de Pasajes de San Juan. En Deba, por su parte, Astilleros de Deva y en Orio, Astilleros Oriotarras. En cuanto a los tres grandes astilleros españoles, La Naval, Nervión y Euskalduna, evolucionaron de forma similar. El primero de los citados adquirió el 12 de enero de 1915 los terrenos de las marismas de Sestao (Vizcaya), donde instaló el astillero del mismo nombre. Ante las dificultades provocadas por el desabastecimiento de hierro y acero, en 1917 comenzaba a construir una nueva planta siderúrgica en Reinosa (Santander) (10). Los Astilleros del Nervión obtuvieron un significativo aumento en sus beneficios: en 1913 eran de 101.132,84 pesetas, en 1918 7.583.631,51 pesetas. Durante catorce años se habían especializado en la construcción de embarcaciones de poca envergadura tales como remolcadores, gabarras, pesqueros y balandros. Durante la guerra, especialmente a partir de 1916, el astillero reinició la construcción de vapores de cierta importancia como el Mudela núm. 2, botado el 15 de junio de 1915 y comenzado a construirse sin contar con pedido fijo, o el Martínez de las Rivas, botado el 21 de mayo de 1917. El primero sería adquirido por la Naviera de Martínez Rivas, el segundo por la Compañía Marítima del Nervión. El astillero Euskalduna, por su parte, tuvo que esperar a 1919 para iniciar su despegue, acosado por los problemas de suministros de materias primas, especialmente de hierro y acero, que repercutieron en frecuentes retrasos en la entrega de los barcos contratados. Como ejemplo, el vapor José Tayà. Iniciada su construcción, por encargo de la Compañía Tayà, en marzo de 1916, no pudo ser entregado hasta comienzos de 1918. En Cataluña merece atención el caso de los Astilleros de Cardona en Barcelona. Se trataba de una empresa familiar que, como tantas otras, se convirtió en una sociedad anónima en noviembre de 1915. Con el objetivo de ampliar el negocio, adquirieron los Astilleros Burell, situados en Casa Antúnez, habiendo empezado en ellos grandes reformas para montar tres gradas suficientes para construir, a la vez, tres buques de 4.000 toneladas. Los Astilleros Cardona tenían el proyecto de construir diez vapores seguidos de 1.000 toneladas; pero viéndose con posibilidades para emprender obras mayores, tan pronto estuvieron listos estos dos primeros vapores, comenzó la construcción de otros dos de 2.500 toneladas, cuyo proyecto estaba ya listo. Terminados estos buques, se empezarán otros de 4.000. Los resultados, no obstante, fueron pobres: los vapores Olesa y Cervera de 1.150 toneladas, destinados a la Sociedad Naviera Española, que el final de la guerra sorprendió aún en proceso de construcción (11). Debemos considerar que tanto el encare- (10)  SOCIEDAD ESPAÑOLA DE CONSTRUCCIÓN NAVAL, pp. 121 y 122. (11)  Compra de los Astilleros Burell en El Financiero Hispano Americano, núm. 826, 26 de enero de 1917, p. 61. Proyectos y realizaciones del Astillero Cardona en Vida Marítima, núm. 598, 10 de agosto de 1918, p. 342. Año 2017 REVISTA DE HISTORIA NAVAL 45


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