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149 El mensaje también debe interpretarse en clave de política interior ya que debilita la posición del Congreso para, contra viento y marea, seguir oponiéndose a la supresión del embargo. Desde el punto de vista cubano, había lógicamente un gran deseo de restablecer relaciones con el coloso del norte. Dada la proximidad, pujanza económica y potenciales turistas, los beneficios para la economía cubana se presentaban como un presumible gran motor de desarrollo y modernización del país. Sin embargo, en La Habana no se estaba dispuesto a permitir que EE.UU., dictara las condiciones para dicho reencuentro en función de las transformaciones de orden interno que Cuba debía abordar. La desconfianza por parte cubana se basaba en cuestiones no solo ideológicas. La experiencia histórica, como reconoció el propio presidente Obama en La Habana, presentaba ejemplos de errores por parte de los EE.UU., en la relación con Cuba. Había un abismo de desconfianza que llevaría tiempo superar. Cuando cayó el Muro de Berlín y el bloque socialista y la propia Unión Soviética se disolvieron, el mundo entero pensaba que el régimen comunista de Cuba tenía los días contados. No fue así. Contra todo pronóstico y con gran sufrimiento de la población cubana —en los años que se conocen como «Período Especial»— Cuba siguió sus propios designios y no se plegó a las presiones de la comunidad internacional. La llegada de Raúl Castro a la más alta responsabilidad política de Cuba en febrero de 2008 —asumiendo la presidencia de los Consejos de Estado y de ministros, así como la Secretaría General del Partido Comunista de Cuba— inició un periodo de transición política, caracterizado por el pragmatismo y la prudencia, que tenía por objetivo liquidar las últimas reminiscencias de la Guerra Fría. El nuevo dirigente cubano tenía además un proyecto reformista, si bien es posible que ni siquiera él mismo tuviera una idea completamente perfilada del alcance de las reformas. En cualquier caso, está claro que no se trataba de adoptar sin más el modelo democrático occidental de libre mercado. En 2011 se aprobó el «Proyecto de Lineamientos de la política económica y social», que recoge el conjunto de medidas a llevar a cabo para la reactivación de la actividad bie3 ŽƐĂŹŽƐĚĞƐĚĞĞůƌĞĞŶĐƵĞŶƚƌŽĐƵďĂŶŽͲŶŽƌƚĞĂŵĞƌŝĐĂŶŽ :ŽƐĠWĂƌĚŽĚĞ^ĂŶƚĂLJĂŶĂ'ſŵĞnjĚĞKůĞĂ ŽĐƵŵĞŶƚŽĚĞŶĄůŝƐŝƐ ϲϲͬϮϬϭϲ ϲ


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