Page 599

BOLETIN IEEE 4

599 étnico y religioso derivado de su sociedad multiconfesional. Se trata de un país de minorías donde unas elecciones al estilo occidental no van a contentar a nadie. Iraq ha padecido otro tipo de cojera. El ya depuesto presidente Al Maliki gobernaba una nación con demasiadas dimensiones bélicas: la tensión político-social entre suníes y chiíes, paralelas a las encubiertas relaciones históricas entre tribus y regiones, han forjado una rutina de erupción social en el país. La ausencia de unidad nacional ha dinamitado cualquier amago de estabilidad, donde los kurdos añaden otra negativa a la ecuación nacional. Dentro del país se han solapado varias esferas de enfrentamiento, y todas han desembocado en una lucha de la que el terrorismo ha nutrido, y se nutre. El ejército, aún ayudado por Occidente, ha sufrido la falta constante de profesionalismo, derivado —entre otras cosas— por el paupérrimo salario, empujando a la corrupción y a la disidencia, hechos que han catapultado el auge del ente liderado por al-Baghdadi. Desde su retirada oficial en 2011, Washington siempre ha mirado de reojo a Iraq, y prestando servicios a su Gobierno shií; sin duda una ayuda más regular que la proporcionada al frente rebelde sirio. Siria supone un entramado diplomático mucho más complejo. Las relaciones de Bashar al Assad con Rusia esconden una ineludible tensión internacional en potencia con un eco bipolar de fondo. Así ha sido que la ONU ha quedado estancada gracias al derecho de veto de alguno de sus miembros34. Como en tiempos de Guerra Fría, la guerra civil siria ha atraído a Estados Unidos y a Rusia al mismo escenario, y una vez más en frentes opuestos35. Occidente no atendió cuando en su momento al crecimiento del ISIS, ni tampoco midió correctamente la apuesta de Putin por Siria. En una guerra que involucra a tantos actores y acapara tantas esferas sociales la respuesta para acabar con el entramado bélico va a exigir una resolución más contundente; primero militar y luego política. En el instante en que el autoproclamado Estado Islámico se desenmascaró como el enemigo común, y merecedor de ser el primer punto en la agenda internacional, Occidente y sus aliados se encontraron con una prueba de realismo: Siria seguía en 34 El 4 de febrero de 2012 China y Rusia vetaron la resolución de la ONU que proponía retirar a Bashar al- Assad el cargo de presidente. 35 Desde el principio Rusia siempre ha estado pendiente de Siria, le ha proporcionado ayuda en todo momento, pero ya madura la guerra civil, Rusia movilizó a parte de su ejército en la base naval de Latakia, y su base terrestre de Tartus; mientras que Estados Unidos ha entrenado y pertrechado a varios entes rebeldes de siria, oficialmente, desde que se probó que Damasco había utilizado arsenal químico contra su población. bie3 ISIS: la última evolución del terrorismo Jacobo Morillo Llovo Documento de Opinión 116/2016 13


BOLETIN IEEE 4
To see the actual publication please follow the link above