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726 Los Estados de la democracia radical son espacios en disputa y las Constituciones políticas de los países con un régimen de ese tipo, son proyectos inacabados que responden, finalmente, a las relaciones agonísticas de poder entre grupos que luchan por organizar su espacio simbólico común como más les beneficie. En síntesis, en la democracia radical, se reconoce el compromiso de las partes por alcanzar el consenso y se niega el consenso entre las partes como finalidad exclusiva de lo político10. Las FARC-EP versus el Establecimiento11: ¿De enemigos a adversarios? La propuesta de la democracia radical ha sido el motor ideológico de recientes cambios políticos en América Latina y en Europa, particularmente en Argentina, no obstante en la actualidad no es posible afirmar la existencia de un régimen democrático radical en ningún lugar del mundo. La oportunidad para que ello ocurra, parece estar en Colombia. El proceso de negociación y el Acuerdo Final con el que se selló la voluntad de paz entre las FARC y el Gobierno, pueden ser entendidas en clave democrática radical, en la medida en que la relación FARC-Establecimiento, sugiere el paso de una lucha antagónica a una rivalidad adversarial, en los términos de Chantal Mouffe. Las adecuaciones de la democracia en Colombia, con la participación política que tendría la insurgencia, pueden derivar en la construcción de un régimen democrático radical. Esa transformación en el régimen se expresa en tres asuntos concretos: en el reconocimiento de la insurgencia como fuerza política, legal y legítima a través de curules en el Parlamento, en la resignificación del sentido de la ciudadanía y en las garantías para realizar oposición política de ideas al régimen contra el que se luchaba con las armas. En primer lugar, hay que decir que la participación política de las FARC implica una transformación en la estructura participativa en la democracia de Colombia consistente en el reconocimiento de la insurgencia como una fuerza política legal. Conforme al Acuerdo final, a partir del 2018 la guerrilla hará parte directa del juego democrático, podrá conformar un movimiento o partido político y presentare a las elecciones del Congreso de la República, en las mismas condiciones que los demás partidos. Deberán alcanzar el umbral de votos exigido para ejercer el derecho a ser congresistas popularmente elegidos, se les garantizarán 5 curules en el Senado y 5 en la Cámara de representantes 10 Cfr. Mouffe, Chantal. Agonistics: thinking the world politically. London, Verso, 2013, p. 37. 11 El Establecimiento es la denominación que dan las FARC al orden político tradicional. Este concepto refleja las insatisfacciones populares de modo que podría constituir un «antipueblo». bie3 Colombia ¿hacia una democracia radical? La «democracia ampliada» y la participación política de las FARC Guillermo Duque Silva, Javier Cadavid Ramírez Documento de Opinión 124/2016 6


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