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935 Por otra parte ya se explicó que el «cuerpo de la sociedad» es producto de hechos intraestructurales, esenciales, y que a la vez induce sus efectos en el núcleo social sobre el eje circular sin saturarlo. Así es cómo ocupa el espacio antropológico en el que tiene su sede. El cuerpo de la sociedad política no ha de entenderse como una derivación analítica del núcleo (como una suerte «secreción interna»). El materialismo lo describe constituido por determinaciones sintéticas que acompañan al núcleo procediendo, por así decirlo, de su exterioridad (de su «medio»), pero de suerte que estas determinaciones no sean adventicias o accidentales, o superestructurales, sino esenciales e intraestructurales. El núcleo de este «cuerpo», como el propio espacio antropológico en el que reside, irá «constituyendo» sus propias capas de la sociedad política. Son tres capas indisociables, con ritmos diferentes de crecimiento y desarrollo: 1. La capa conjuntiva resultante de la acción-reacción del núcleo en el eje circular; incluye, por ejemplo, múltiples estructuras sociales —instituciones familiares, asociativas, profesionales, generacionales—. 2. La capa basal resultante de la acción-reacción del núcleo en el eje radial; es una capa más o menos coherente formada con todos aquellos contenidos impersonales (tierras de cultivo, edificios, infraestructura industrial, etc.) que, formando parte del entorno natural y cultural, se nos presentan como configuraciones cuya conservación, transformación o reproducción pueden llegar a constituir objetivos de la acción política. 3. La capa cortical resultante de la acción-reacción del núcleo en el eje angular. Incluye aquellos contenidos que tengan que ver con sujetos «personales» humanos o no humanos que no forman parte de la sociedad política de referencia. Según estas propuestas, al analizar los cuerpos políticos de las sociedades podrán comprenderse metódicamente sus componentes parciales, evolucionados o rudimentarios, en función del estado intraestructural que presenten estas capas. Estas tres capas, según las cuales se organiza el cuerpo de la sociedad política, nos informan de la «forma del contenido» al que habrá que aplicar las formas sintácticas del poder político. El desarrollo del concepto de poder político puede considerarse simultáneamente como el desarrollo de cada una de las capas, de manera que si disponemos en una tabla los momentos o ramas del poder en filas y las capas del cuerpo político en columnas, la bie3 El acoso a los Estados en el siglo XXI: sociedades y estructuras Fco. Benavente Meléndez de Arvas Documento Marco 22/2016 19


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