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EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL 914

La mejor forma de comprender las semejanzas y diferencias de ambos procesos en la resolución de problemas competitivos —en los que otros decisores buscan resultados contrapuestos, como ocurre siempre en la guerra— es fijarse en el estudio del adversario. En estos casos, para resolver el problema, el decisor debe ser capaz de meterse en la piel del comandante al que se enfrenta. Esto es algo similar a lo que se hace para comprender un problema resuelto por otra persona en el pasado. El decisor debe decidir qué haría él en caso de ser el adversario, que es algo semejante a lo que debe realizar para decidir qué hacer por su parte. La racionalidad del decisor depende de la coherencia entre lo que piensa que el adversario va a hacer —o puede hacer— y lo que él va a hacer para lograr el resultado que se propone. Lo mismo podría decirse acerca de otros decisores, tanto del propio bando como del bando adversario: un comandante debe empatizar con todos los decisores con los que va a interactuar su decisión; debe ser capaz de meterse en su piel. Empatía es la «capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos»7. Compartir, aquí, significa comprender sin referencia a un juicio valorativo, ya que, si este es positivo, recibe el nombre de simpatía y, si es negativo, el de antipatía. El único instrumento racional para averiguar lo que va a hacer otra persona es apoyarse en la coherencia natural entre los medios y los fines, modificada por el conocimiento de sus disposiciones y prejuicios y por la psicología del hombre en general. Pero lo que hará finalmente otra persona dependerá de su propia voluntad: las circunstancias condicionan las decisiones, pero no las determinan. Condicionar consiste en «influir de manera importante en el comportamiento de alguien o en el desarrollo de algo»8. En el caso del hombre, siempre deja margen para la libertad. Determinar, en cambio, consiste en «ser causa de que algo ocurra o de que alguien se comporte de un modo determinado»9. En el hombre, es la libertad la que causa esta determinación. Lo único que se puede pretender es estimar lo que va a hacer otra persona. El objeto propio de la estimación es «relacionar la realidad exterior con la propia realidad» 20  REVISTA EJÉRCITO • N. 914 MAYO • 2017 para su proyección al futuro. Esta capacidad permite establecer «preferencias y anticipaciones respecto de los objetos y de las propias acciones que constituyen los contenidos de la experiencia ». El modo propio de ejercitación de esta facultad es a través de las narraciones. Contemplar la acción de diversos personajes nos relaciona «con el mundo desde otros modelos, visiones y experiencias, incitando así la dimensión radical humana de apertura personal»10. El general Patton supo elegir entre varias opciones, basándose a menudo en ejemplos de historia militar La resolución de problemas en el presente, como la comprensión de problemas resueltos en el pasado —otra clase de problema—, son actividades que, en muchas ocasiones, deben apoyarse en buena cantidad de supuestos. En caso de tener que resolver un problema militar, no es uno el que lo elige, sino que le viene dado, y se tiene que conformar con la cantidad de supuestos que debe conjeturar. Sin embargo, cuando lo que se pretende es mejorar la capacidad de tomar decisiones mediante la comprensión de buenas decisiones tomadas por otros en el pasado, se pueden elegir los casos que ofrezcan la mayor cantidad de


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