la fuerza de un regimiento pasó a 2251 plazas. La organización de los cuerpos no fue nunca uniforme, hubo algunos que nunca llegaron a disponer de los tres batallones en armas y otros cuyo número de compañías por batallón fue diverso. Como era normal en aquellos tiempos, batallones del mismo cuerpo combatieron de forma independiente en diferentes frentes de batalla. Conforme fue desarrollándose el enfrentamiento hubo que dar cabida a los numerosos voluntarios que se presentaban y para ello se crearon en 1794 los batallones de voluntarios de Barbastro —más tarde convertido en 70 REVISTA EJÉRCITO • N. 914 MAYO • 2017 Cazadores Voluntarios de Barbastro— y voluntarios de Valencia, y el Regimiento de Granaderos Voluntarios del Estado (a tres batallones), y en 1795 se completó el Regimiento de Cazadores Voluntarios de la Corona, compuesto por dos batallones de a cinco compañías y una de gastadores con 150 plazas; estos cuatro cuerpos se mantuvieron activos al término de la guerra. También en 1794, se incorporaron siete batallones de voluntarios de Navarra y uno de voluntarios de Guipúzcoa para hacer el servicio de tropas ligeras y servir únicamente durante el tiempo que durase la guerra, por lo que serían disueltos en 1796. Cuando ya se había firmado la paz vio la luz el Regimiento de Borbón, que se nutrió de los ciudadanos franceses que años atrás habían buscado refugio en España huyendo de la Revolución. Al término de la guerra los cuerpos volvieron a sus distintas guarniciones. Fue entonces cuando se dotó por primera vez al soldado de una mochila en piel de cabra, que vino a reemplazar al antiguo saco. Estando prevista la intervención de España en Portugal, en 1800 marcharon unidades de infantería a la frontera con este país, y se desplegaron en Extremadura, Andalucía y Galicia. En 1802, cuando ya se había dado fin a la confrontación con Portugal, Carlos IV encomendó a Godoy «el dar a la infantería la organización más conveniente en su pie y fuerza para que, sin desatender en la paz las multiplicadas y continuas obligaciones de mi servicio que desempeña, pudiese tomar en la sensible necesidad de una guerra el incremento respetable que piden la defensa y decoro de mis estados». Puesta en marcha la reorganización, quedó la infantería compuesta por 38 regimientos de línea y doce batallones de tropas ligeras, además de los cuerpos italianos y Soldado del regimiento Jaén en 1801 suizos.
EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL 914
To see the actual publication please follow the link above