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328 dominará el Heartland, definido por el Imperio ruso y después por la Unión Soviética; quien gobierne el Heartland dominará la Isla-Mundial; y quien gobierne la Isla-Mundial controlará el mundo», la visión geopolítica China es diferente. Durante siglos, China se consideró asimismo como el «Imperio del Medio», un reino soberano situado en el centro del mundo y alrededor del cual giraban, a modo de satélites, el resto de los países. La historia de China indica que, en economía y en política, este país siempre hamirado hacia dentro y raramente ha buscado la expansión territorial. Aislada de su entorno exterior por Manchuria y Mongolia interior en el norte, el Sinkiang en el este y el Tíbet en el sur, durante siglos China confío en estos inmensos espacios geopolíticos para que actuaran como barreras naturales que le protegieran de los peligros exteriores y le garantizasen continuar apaciblemente con su espléndido aislamiento. De esta manera, confinada dentro de sus fronteras seguras, el Imperio del Medio utilizó las rutas comerciales como puente para relacionarse con las civilizaciones occidentales y orientales y no para conquistarlas. Por nivel de riqueza, desarrollo tecnológico y tamaño de la población, el Imperio chino pudo haber disputado ventajosamente la primacía global a las monarquías europeas durante el periodo de expansión colonial que duró hasta finales del siglo XIX; sin embargo, no lo hizo, sino que prefirió aislarse voluntariamente del contexto global contentándose con dominar su entorno inmediato, cerrado y autosuficiente. La realidad es que esta visión geopolítica aislacionista e independiente no funcionó y la revolución tecnológica que tuvo lugar a partir del siglo XVI, y que se aceleró en el XIX, permitió que el centro de gravedad de la geopolítica mundial se trasladara a Europa, cuyos pequeños Estados se convirtieron en potencias globales siendo los que dictaron durante varios siglos, las normas de comportamiento en las relaciones internacionales. En lo que los chinos consideran como el siglo de los agravios que comienza con la guerra del opio de 1839 contra el Reino Unido y termina con la guerra de Corea en 1950, las intervención de las potencias europeas, de Estados Unidos y del Japón rompieron esta visión geopolítica china y la obligaron a establecer contacto económico y militar con el resto del mundo. La imagen de los cañoneros occidentales patrullando los grandes ríos chinos produjo una sensación de humillación en un imperio que se había considerado hasta entonces impenetrable, semejante a la que se produciría en Europa si contemplásemos hoy en día los barcos de guerra chinos surcando las aguas del Rin, el Sena, o el Guadalquivir. La ocupación de la Manchuria exterior y de la Mongolia exterior bie3 ͎^ĞĐŽŶǀĞƌƚŝƌĄŚŝŶĂĞŶƵŶĂƉŽƚĞŶĐŝĂĂŐƌĞƐŝǀĂ͍ /ŐŶĂĐŝŽ&ƵĞŶƚĞŽďŽ ŽĐƵŵĞŶƚŽĚĞŶĄůŝƐŝƐ ϭϱͬϮϬϭϳ ϰ


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