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898 guerras justas de las que no lo son. Los tres argumentos que justificarían la guerra serían: que sea declarada por el legislador, que la causa sea justa y, por último, que exista una recta intención. Este tercer requisito, peligrosamente evanescente, se refiere a la búsqueda de la paz, y de forma implícita comprende los aspectos bondadosos de la finalidad y de los medios empleados en la guerra. Queda así constituido el principio del ius in bello29. Como hemos mencionado anteriormente, ambos han sido conceptos centrales en Occidente y el marco jurídico que ha avalado las últimas intervenciones internacionales en los nuevos conflictos así parecen corroborarlo30. Aproximación a los conflictos armados del siglo XXI: novedad o continuidad Asumimos el riesgo de apoyarnos en el concepto de nuevas guerras de Mary Kaldor a pesar de que una parte del mundo académico cuestiona su validez. Algunos críticos consideran que faltan pruebas empíricas y otros; que las pretendidas novedades en realidad no lo son, puesto que, por ejemplo, ya aparecían en las guerras coloniales31. Debemos reconocer que el calificativo nuevo se utiliza quizás de forma expansiva, puesto que en lo que se refiere a la conflictividad actual, persisten marcadas trazas de continuismo. Sin embargo, debido a que las características de su fisonomía contrastan visiblemente con el modelo de conflicto interestatal tradicional asociado a la época bipolar, nos parece adecuado el término de Kaldor. No obstante, lo emplearemos de forma restrictiva para referirnos al patrón que siguen los conflictos tras el 11-S. La inestabilidad y la violencia persisten en la Posguerra Fría y, al igual que la globalización ha transformado las relaciones sociointernacionales y difuminado los límites del referente estado, la fisonomía del conflicto también se ha transformado. Las dificultades de la sociedad actual, pretendidamente global, para gestionar la conflictividad contemporánea, se debe en gran medida a las resistencias que presenta el marco estatal para adaptarse al global. Las relaciones entre los Estados se basan 29 Ibíd, 41 y 42. 30 Este aspecto se analizará con mayor detalle en el documento sobre el conflicto maliense que mencionamos en el epígrafe anterior. Asimismo, en el marco de los nuevos conflictos que aquí examinamos, también se relaciona íntimamente con el principio de la Responsabilidad de Proteger (RtoP). Este principio, adoptado en 2005 por Naciones Unidas tras intensos debates, amplía el contenido del de Soberanía, hasta entonces incuestionable. 31 Ebelshäuse, Mirko, «Old» and «New» Wars: futile distinctions?, Shabka (Network for a Global Society), Viena. Disponible en: http://www.shabka.org/2013/07/15/old-and-new-wars-senseless-distinctions/ Consultado el 4/01/17. bie3 hŶĞdžĂŵĞŶĚĞůĂƐĐĂƵƐĂƐƉƌŽĨƵŶĚĂƐĚĞůŽƐĐŽŶĨůŝĐƚŽƐĞŶůĂWŽƐŐƵĞƌƌĂ&ƌşĂ͘ ĐƚŽƌĞƐĐŝǀŝůĞƐLJŵŝůŝƚĂƌĞƐ͗ĚŝĨĞƌĞŶƚĞƐĂƉƌŽdžŝŵĂĐŝŽŶĞƐ &ƌĂŶĐŝƐĐŽ:ĂǀŝĞƌYƵŝŹŽŶĞƐĚĞůĂ/ŐůĞƐŝĂ ŽĐƵŵĞŶƚŽĚĞKƉŝŶŝſŶ ϯϬͬϮϬϭϳ ϭϬ


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