JULIO 2017 15 ser periódicamente revisada y renovada cuando se acerque su fecha de consumo preferente. Un PROL definirá el modo de actuación para emplear el agua de los refugios en el comedor para consumo inmediato antes de la fecha de consumo preferente y evitar su caducidad y consiguiente desperdicio. 2.e. Hidrología de la zona La hidrología de la zona es otro elemento determinante a la hora de elegir una ubicación. La mejor opción será que el punto de captación de agua para consumo se encuentre en el interior del campamento debido a la servidumbre logística que implica el transporte del agua y a la vulnerabilidad que supone para la seguridad del personal durante los trayectos, fácilmente identificables por eventuales elementos hostiles, así como la posibilidad de sufrir sabotajes en el propio punto de captación. Otra buena opción es enganchar a la red de distribución local de agua potable y canalizar las aguas negras al sistema de saneamiento público pero este no será el caso más habitual. En cualquier caso siempre debe garantizarse una capacidad de almacenamiento mínima en el interior de la base (siete DOS según DFI). Si no es así se impone un estudio en profundidad de los recursos hídricos de la zona tanto superficiales como subterráneos para buscar la mejor opción de captación de aguas y de evacuación de aguas residuales. 2.f. Calidad del agua de la zona La calidad del agua de consumo debe cumplir las condiciones del STANAG 2136. El servicio sanitario (Farmacia) es el encargado de comprobar estos estándares de calidad y el único autorizado para realizar los análisis de potabilidad del agua. No obstante en el estudio previo a realizar se deben evitar en lo posible masas de agua y ríos con evidentes síntomas de contaminación, aguas abajo de industrias contaminantes que evacuen aguas residuales al curso o masa de agua, explotaciones agrícolas y ganaderas en las mismas condiciones citadas y demás posibles casos sospechosos de contaminar el agua. Se deben realizar análisis previos por parte del personal de Ingenieros que si bien no garantizan la potabilidad del agua, sí discrimina emplazamientos claramente contaminados. No obstante la contaminación «per se» no es un impedimento para el aprovechamiento de los recursos hídricos. Lo fundamental es conocer que actividades se han desarrollado en el entorno y a partir de estos datos solicitar que se incluya en los análisis de agua el muestreo de los parámetros que indiquen la presencia de estos contaminantes. Una vez identificados los contaminantes presentes se debe evaluar el riesgo y la rentabilidad de los procesos para eliminar dichos contaminantes del agua y ponderar la solución junto con otras alternativas de abastecimiento. Uno de los primeros análisis a realizar es el de las cualidades organolépticas del agua y su turbidez así como de la presencia de venenos y metales pesados que puede aportarnos datos importantes sobre las posibilidades de consumo del agua a estudiar.
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