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BOLETIN SANIDAD MILITAR 31

22 ENTREVISTA DEL TRIMESTRE 2017 Entrevista al Sr. D. Miguel Francisco Puerro Vicente Teniente coronel médico Doctor en Medicina y Cirugía Jefe del Servicio de Farmacología Clínica Hospital Central de la Defensa «Gómez Ulla» En primer lugar mi TCOL., quiero darte las gracias por atender tan diligentemente la solicitud de realizar esta entrevista para nuestro Boletín. - Como presentación, quisiera que nos hablaras de tus tiempos de estudiante de Medicina y de tus diferentes destinos tras ingresar en el Cuerpo Militar de Sanidad. Mi estimado Coronel, me tengo por natural poco dado a hablar de mi persona y me cuesta repasar la historia. Me parece que a pocos les pueda interesar, pero con cierto pudor lo voy a hacer. Cuando estudiaba 3.º de medicina en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), a mediados de curso pasábamos a un hospital y abandonábamos el recinto de la Ciudad Universitaria. Yo solicité el Hospital del Aire, pues tenía buenas referencias del centro, y tuve la fortuna de estar entre los 25 alumnos que fuimos asignados al mismo. Y… eso, marcó mi devenir futuro, pues desde entonces he estado en nuestra querida Sanidad Militar. En el último año de carrera, y pendiente de realizar el Servicio militar obligatorio, solicité el ingreso en el denominado IMEC del Aire, y tras los exámenes correspondientes, con pruebas físicas e intelectuales correspondientes, tuve también la fortuna de ser uno de los 5 alumnos del hospital admitidos (lo habíamos solicitado 10). Finalicé la licenciatura en julio y ese verano, hasta mi incorporación a la Academia en Los Alcázares (Murcia) en octubre, realice numerosas «sustituciones» en diferentes ambulatorios de Alcalá de Henares (de donde soy natural, residía y resido) y Madrid, realizando así mi bautismo de fuego profesional como médico de atención primaria. Experiencia inolvidable, agresiva y muy formativa, bajo mi punto de vista, no tanto desde un punto de vista científico, como desde el punto de trato con los pacientes, en una realidad de atención primaria peculiar, si la comparamos con la actual. Tras el paso por Los Alcázares, fui destinado a la Policlínica de Zaragoza, encargándome también de los reconocimientos diarios en el Acuartelamiento de San Lamberto; y tres meses después mi destino fue el Polígono de Tiro de Las Bardénas Reales en Navarra, donde en un principio iba a estar unos meses, pero que finalmente, se convirtieron en casi 4 años, donde me tocó vivir diversos accidentes de aeronaves españolas y de EEUU, aunque afortunadamente no todas con víctimas mortales. De allí, pasé destinado al Grupo del Cuartel General del Mando Aéreo de Combate (MACOM), sito en la Avenida de Portugal de Madrid, emplazamiento hoy ya desaparecido, donde permanecí casi 10 años. Posteriormente pase un año más destinado en la Base Aérea de Torrejón hasta incorporarme a realizar los 4 años de mi especialidad: Farmacología Clínica, en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Entiendo que mi caso es un poco atípico, en el sentido de que durante mi destino en el Grupo del MACOM y Base de Torrejón, estuve realizando mi Tesis Doctoral en el departamento de Farmacología de la UCM, y cuando inicié mi especialidad ya tenía el título de Doctor. Durante los 4 años de especialidad estuve destinado administrativamente en la Escuela Militar de Sanidad, naturalmente. Una vez completada la especialidad, fui destinado al Hospital del Aire, mientras que mi compañero, lo fue al hoy denominado Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla. De esta forma se crearon 2 Servicios de Farmacología Clínica, uno en cada centro mencionado, y con una sola persona en cada uno. Decidida la desaparición del Hospital del Aire, en el año 2002 pase destinado al «Gómez Ulla», donde permanezco en la actualidad, ya en situación de Reserva activado. - A lo largo de estos años has ejercido una especialidad médica muy interesante, pero pienso que poco conocida. Cuéntanos brevemente cómo se desarrolla vuestra actividad en el quehacer diario. Ciertamente la Farmacología Clínica, es poco conocida. Hasta el punto de que hay compañeros que ni saben que existe, y nos confunden con nuestros compañeros y amigos farmacéuticos, con los que estamos emparentados. Sin embargo, los farmacólogos gozan de un, a mi parecer, merecido prestigio (más notable fuera de nuestro país), fundamentalmente en relación a la investigación básica, y menos en farmacología aplicada, pero eso mismo ocurre con la gran mayoría de los Premios Nobel en Medicina. La creación de la especialidad de Farmacología clínica en nuestro ámbito, yo creo que vino motivada por imperativo docente: teníamos hospitales universitarios, y había que explicar asignaturas de Farmacología básica en 3.º de Medicina y de Farmacología Clínica en 5.º de Medicina a los estudiantes de Medicina. Desde 1989 he sido Profesor Asociado de las Universidades que sucesivamente han tenido convenio docente con el Ministerio de Defensa: UCM, San Pablo CEU y actualmente Universidad de Alcalá, con docencia de clases teóricas y prácticas, participando también en la docencia de Grado de Farmacia. Sin embargo, la Farmacología clínica en un hospital da para más.


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