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BOLETIN INFORMATIVO SANIDAD MILITAR 32

22 HISTORIA Y HUMANIDADES 2017 La enseñanza del Oficio de la Cirugía Militar en el Ejército y Introducción en la Armada Española en el siglo XVIII Los Ejércitos instruyen a su personal con el fin de lograr su mayor eficiencia para participar en la guerra, de siempre se han precisado cirujanos en las Fuerzas Armadas para la asistencia a los heridos en campañas. No es de extrañar que la enseñanza del Oficio de la Cirugía Militar despegara en el siglo XVIII y culminara con la unión de la medicina y la cirugía en una sola licenciatura para mejor cumplimiento del servicio. A raíz de disponer en la colección museográfica del Museo de Sanidad Militar del libro (SM-01198.1) que trata de las Ordenanzas de los Hospitales Militares del Ejercito según R.O. 8/04/1739, paso a relatar las particularidades que me han llevado a darle el título a esta breve exposición. El modo ordenado y sistemático de proceder ha sido ir jalonando los años en los que aparecen referencias al tema en las Colecciones Legislativas del siglo XVIII. Cronología En 1700, el enfermo era atendido por médicos latinos con título universitario (bachilleres, licenciados o doctores), por cirujanos de toga larga (de formación latina) y por cirujanos de toga corta (cirujanos-barberos o romancistas), aparte de otros profesionales como boticarios, sacamuelas, sangradores, algebristas (1) y curanderos en general. Por lo común los cirujanos de toga larga se dedicaban a las operaciones de más envergadura, mientras que los cirujanos de toga corta trataban fundamentalmente heridas y realizaban sangrías. En 1700 nace una nueva dinastía real en España (2). En 1703, vista la poca práctica y experiencia de los barberos embarcados en la Armada, se realiza la primera normativa para sustituirlos por cirujanos examinados y de inteligencia. En 1716 se crea una escuela de anatomía en el Hospital Militar de la Marina de Cádiz (3). En 1718 las Ordenanzas de Caballería y Dragones, así como en Infantería, indicaban que los Coroneles de dichas unidades debían exigir que los médicos y cirujanos contratados fueran examinados. Este mismo año es destinado a Cádiz como Director del Hospital un cirujano Mayor de la Armada de origen francés, Jean La Combe (Juan Lacomba). En 1724 Pedro Virgili (nacido en Vilallonga del Campo, en la Comarca de Reus el 15 de Febrero de 1699) ingresa en los Reales Ejércitos de Tierra (4), había recibido formación cultural y médica, realizada en París y Montpellier (la más vieja Universidad de Europa), donde de la mano de su mentor y maestro Mr. Loret inició su trayectoria como Cirujano. Juan Lacomba se da cuenta de la categoría intelectual de Virgili y valorando sus cualidades intenta y consigue convencerle para incorporarlo al Hospital de Marina de Cádiz logrando que abandone su puesto de Cirujano Mayor del Ejército y acepte la de su Ayudante de Cirujano Mayor en la Marina. En 1728 se reitera la Ordenanza de 1718 al observar que no todos los Coroneles la cumplían. Juan Lacomba, protegido por José Patiño y Zenón de Somovilla (Primer Marqués de la Ensenada), va a conseguir crear dentro del Hospital Real de la Armada de Cádiz en 1728 un anfiteatro anatómico y una “Escuela de Practicantes de Cirugía” de la Armada como primeros hitos para conseguir una mejor formación de los profesionales a sus órdenes, así como otras aportaciones tales como unas nuevas Ordenanzas para los Cirujanos Navales (“Ordenanza y reglamento para los ayudantes primero y segundo de la armada”, conocidas como Ordenanzas de Lacomba) y la creación del Cuerpo de Cirujanos. En 1737, Lacomba indica: «Que el Protomédico debe señalar 2 días a la semana para que el cirujano se pueda instruir en signos y síntomas, en las visitas del hospital». En 1739 se crean las Ordenanzas de los Hospitales Militares del Ejército (R.O. 8/04/1739), que están vigentes más de un siglo, pues la fecha del libro donde se reeditan es de 1884. En dichas Ordenanzas, como personal facultativo asistencial a los pacientes, se habla de médicos y cirujanos separadamente. Siendo el Protomédico el sujeto graduado y nombrado por Su Majestad para servir su empleo en el ejército, de él dependen: el primer médico o médico consultor, los médicos, el practicante mayor y los practicantes de medicina. A éstos se les exige ser graduados en filosofía, un año de práctica y ser aprobados por el médico. Dichas ordenanzas de los Hospitales Militares hacen hincapié en: «que si cualquiera de los enfermos de medicina resultare accidente de cirugía, el Protomédico avisará al Cirujano Mayor, señalándole hora fija, para que concurra á ver el enfermo, y por vía de consulta queden de acuerdo para disponer lo que pareciere mejor y más á propósito á la salud del paciente con toda aplicación, sin que el enfermo se mueva de la cama en donde le sobrevino el afecto que necesita de la operación de cirugía; y en la misma forma debe el Médico concurrir á reconocer cualquier Ángel Serrano Muñoz Coronel médico. Director del Museo de Sanidad Militar Lámina grabada en acero (“Manera de tener el bisturí”) del Compendio icnográfico de Medicina Operatoria y Anatomía Quirúrgica, Bernat y Huette


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