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75 Pedro Luis Rubio Terés La percepción de las élites iraníes por parte de su… desde una perspectiva revolucionaria, sino que además ha desempeñado un papel acti-vo en los procesos de cambio frente al conservacionismo gubernamental. Quizá uno de los autores que más ha influido entre los intelectuales del país en estos últimos tiempos sea Jürgen Habermas, cuyas opiniones recientes apartándose del marxismo clásico han aportado una alternativa menos dogmática para hacer frente al autoritarismo religioso tras la evanescencia del tipo ideal soviético10. Tras la muerte del ayatolá Jomeini en 1989, fue nombrado el nuevo líder supremo Alí Jamenei y llegó al poder un nuevo presidente, Hashemi Rafsanyani. Sus fórmulas políticas de una economía libre de mercado y de un espacio limitado para el activis-mo echaron de sus puestos en el aparato estatal a diversos intelectuales religiosos con tendencias de izquierdas. Irónicamente, algunos de estos académicos encontraron aco-modo en el Centro de Estudios Estratégicos creado poco tiempo antes por Rafsanyani, con Hosein Bashiriyeh a la cabeza. A través de una serie de conferencias sobre las ideas de Habermas, y mediante la traducción de diversos análisis de sus obras al farsi (concretamente su versión de Jurgen Habermas: Critic in the Public Sphere de Robert Holub), Bashiriyeh pudo introducir conceptos políticos por aquel entonces bastante desconocidos en el panorama político iraní, como «sociedad civil», «esfera pública» y «acción comunicativa». Estas novedosas ideas contribuirían en última instancia a la elección en 1997 del presidente reformis-ta Mohamed Jatami11 y su renombrado «diálogo entre civilizaciones» propuesto a la ONU en 2001. Las ideas racionales de Habermas tuvieron una mejor acogida entre los intelectuales iraníes que las de otros miembros de la Escuela de Fráncfort ligeramente más radicales, o más preocupados por asuntos epistemológicos. De un modo similar, otra figura aca-démica relevante en Irán, Yusuf Abazari, señaló que la larga tradición de misticismo de los chiitas hacía que los iraníes estuvieran de forma natural más inclinados al idealismo (incluyendo a Hegel o Heidegger) que a las escuelas materialistas o racionalistas. A este respecto, consideraba que las ideas de Habermas o incluso de Popper podrían servir de «antídoto»12. Finalmente, la hostilidad de Habermas hacia las consecuencias desagradables del capitalismo, y especialmente el papel destacado que concedía en exclusiva a la inte- 10  Las ideas de Habermas han sido adoptadas por intelectuales iraníes con un acercamiento más crítico que el de las sociedades occidentales a quienes iban destinadas inicialmente. Véase: PAYA, Ali, y GHANEIRAD, Mohammad. «Habermas and Iranian Intellectuals», Iranian Studies, vol. 40 (3), 2007, pp. 305-334. Disponible en: http://www.jstor.org/stable/4311902 2007. 11  La incorporación de estos conceptos tenía por objeto la creación de una plataforma para la clase media emergente y el movimiento reformista, pero bajo el mandato del partido conservador llevaría a casos notorios de resistencia civil, como el Movimiento Verde en 2009, liderado por Mir Husein Musavi y Mehdi Karrubi. 12  PAYA, A., y GHANEIRAD, M., op. cit., p. 317. http://revista.ieee.es


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