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REVISTA GENERAL DE MARINA 274-5

TEMAS PROFESIONALES — Información. Haciendo públicas, a través de los medios de comunicación las peticiones oficiales a Marruecos para que desalojara el islote y regresara al statu quo previo al 11 de julio. — Militares. Hubo tres líneas de actuación: • Despliegue naval en el estrecho de Gibraltar y refuerzo de las guarniciones de las islas españolas en el norte de África. Fue un show of force que, además de respaldar una eventual operación de desalojo del islote por la fuerza, tenía como fin mostrar a Marruecos la voluntad política de defender la integridad de los territorios españoles en el norte de África. Al no conocerse con certeza las intenciones marroquíes, el despliegue militar pretendía reforzar la disuasión. • Asalto helitransportado del islote la madrugada del 17 de julio por fuerzas de operaciones especiales españolas. Las ROE solo contemplaban el empleo de fuerza letal en caso de que los soldados marroquíes dispararan contra las fuerzas españolas. Fueron sorprendidos y estaban en clara inferioridad numérica, no ofrecieron resistencia y entregando las armas. Fueron sacados del islote y devueltos a Marruecos a través de la frontera de Ceuta. Durante el asalto, la patrullera marroquí iluminó a los helicópteros, pero fue desviada de su rumbo por un buque militar español que se interpuso en su dirección. Al mismo tiempo, el asalto helitransportado contó con la protección de aviones de combate y sistemas antiaéreos de los buques ante una eventual respuesta por parte de la aviación marroquí. • Ocupación militar temporal del islote por parte de España desde la operación de desalojo hasta la firma de un acuerdo con Marruecos el día 20 de julio. El acuerdo se logró con la mediación de Estados Unidos. Rabat aceptó formalmente retornar a la situación previa a la crisis. En diciembre de ese mismo año, restableció las relaciones diplomáticas con España restituyendo a su embajador en Madrid. Valoración de la respuesta española La elección del objetivo por parte de Marruecos —un territorio de soberanía disputado en la costa del norte de África no cubierto por el artículo 5 de la OTAN— limitó el apoyo internacional. En consecuencia, el Gobierno español optó por la vuelta al statu quo mediante una estrategia esencialmente nacional. Obviamente, si la acción hubiera tenido lugar sobre territorio español en la península Ibérica o en las islas Canarias, el Gobierno habría solicitado el respaldo formal de la OTAN y de la UE. 950 Junio


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