Page 54

REVISTA GENERAL DE MARINA 274-5

EVASIÓN, ORO Y BATALLA. PERIPECIA DE LOS ACORAZADOS RICHELIEU Y JEAN BART Víctor SAN JUAN SÁNCHEZ Capitán de yate Introducción OS franceses, autores del primer buque acorazado —la fragata Gloire de Dupuy de Lôme, con el patrocinio de Napoleón III—, colaboraron también en la aparición del súper acorazado, surgido en el período de entreguerras como sustancial mejora del clásico buque acorazado Dreadnought. Tras el Tratado de Versalles y el autohundimiento de la Hochseeflotte (Flota de Alta Mar alemana) el 21 de junio de 1919 en Scapa Flow, los ingenieros alemanes renovaron el concepto del crucero acorazado con el llamado schwere kreuzer, vulgarmente conocido como «acorazado de bolsillo», más rápido que un acorazado y capaz de pulverizar a un crucero. Los dos primeros —Deutschland y Admiral Scheer— se botaron en la década de los treinta, construyéndose un tercero, el Admiral Graf Spee. Los franceses se consideraron obligados a responder al desafío, concibiendo por su parte las llamadas «Fuerzas de Raid», es decir, «grupos de buques veloces, bien armados y adaptados a una guerra dinámica, aptos para defender el propio tráfico marítimo y atacar el del adversario, manteniendo despejadas las propias líneas de comunicación de cualquier posible enemigo, aceptando o rehuyendo el combate según se presentara la situación». Unidades rápidas, de blindaje contenido y contundente artillería, mucho más potentes que los Deutschland alemanes. Los súper acorazados franceses Dunkerque y Strasbourg nacieron al darse cuenta el ministro de Marina francés, Georges Leygues, de que Francia no había agotado el tonelaje asignado por el Tratado de Washington para estos buques. Construidos en los astilleros atlánticos de Brest y Saint-Nazaire, mostraron claro perfil de «cazadores», con ambas torres de artillería pesada en proa, ahorrando el peso de un pañol de municiones. Cada una llevaba cuatro caño- 2018 861


REVISTA GENERAL DE MARINA 274-5
To see the actual publication please follow the link above