MISCELÁNEA 5. MAZINKERT 1071: EL DESASTRE Al otro extremo de la cristiandad solo seis años más tarde, el imperio bizantino vivía la tragedia en Mazinkert. Con Basilio II “matador de búlgaros” había llegado a su máxima expansión, aunque “la debilidad de sus conquistas residía en su carácter puramente militar”22; la consolidación requería, ayer como hoy, más tiempo que su mera ocupación23. A su muerte (1025) el imperio entró en decadencia, como consecuencia de una feudalización que “mina las bases fiscales y militares del imperio”24, pero sobre todo de la dificultad de contener las coacciones y usurpaciones de la nobleza para llegar al poder, con la consecuente división, disputas internas y resquebrajamiento de la disciplina, lealtad y moral del ejército. Los ejércitos bizantinos habían rozado el desastre en incontables ocasiones, pero, milagrosamente, lograban eludir ese destino. La sistematización de procedimientos diversos y flexibles, la aparición de jefes competentes en momentos críticos y su habilidad política para aprovechar todos los recursos dividiendo simultáneamente a sus oponentes les había asegurado la supervivencia. Bizancio había desarrollado una mentalidad de resistencia que, en último extremo, le permitía sobreponerse a las crisis. Hasta entonces. Manzikert 1071, Wikipedia. O.Moustafin. Diorama del Museo Militar de Estambul La causa principal del desastre en Mazinkert fue la traición de más de la mitad del ejército. Una fuerza, previamente 22 Batalla de Mazinkert (1071), en Fuller, Op. Cit. (Vol I). 23 Uno de los principales de factores en la invasión musulmana y posterior Reconquista en España. 24 Kinder, Hilgemann y Herg: Atlas Histórico Mundial, Akal. Pág. 181. 25 No tenían ninguna intención de integrarse en el ejército musulmán, sino de apoderare del poder, con un cierto paralelo con lo sucedido a Don Rodrigo. 26 Carey, Brian Todd, Altfree, Joshua b: y Cairn, John: The road to Mazinkert. BIzantine and Islamic Warfare (527-1071). Pen and Sword. Los autores rebajan la importancia, considerando que se trata de un desastre político, pero no militar. Ambos factores van unidos. Desde el punto de vista general y estratégico, los lectores podrán encontrar información menos detallada, pero con una visión más amplia en Fuller, J.F.C. en Batallas decisivas del Mundo Occidental, Vol. I. 27 Fuller, Op. Cit., pág. 472. 112 destacada del grueso, huyó de la zona antes del choque ante las noticias de un avance turco, sin informar a Romano, el emperador. Éste dividió nuevamente a su ejército para organizar una vanguardia que se enfrentó, sin apoyo del grueso, a los turcos y fue derrotada. En ella había situado a los arqueros, una pieza fundamental del sistema bizantino contra las tropas originarias de las estepas, pues permitían mantener a distancia del grueso a los arqueros a caballo. Durante los prolegómenos de la batalla, los turcos utilizaron sus elementos de reconocimiento para conocer la situación y disposición de los bizantinos. Menospreciando al enemigo, sin esperar al grueso, éstos marcharon a ciegas buscando la batalla, pero los turcos ejecutaron una acción defensiva móvil, cediendo lentamente el terreno necesario que incluía su campamento. Durante esta maniobra, parte de la caballería bizantina rompió filas para atacar a los turcos… habían picado el anzuelo y su acción murió en la típica emboscada donde fueron destruidos. Era la tercera fracción fuera de combate. No obstante, el avance general se prolongó hasta el atardecer, sin conseguir Romano el choque decisivo favorable a su caballería e infantería pesadas. Ante lo avanzado de la hora dio finalmente la orden de replegarse hacia el campamento, una maniobra difícil en la que la formación no mantuvo completamente su cohesión, oportunidad que los turcos aprovecharon inmediatamente para penetrar entre el centro y uno de los flancos. Parte del ejército bizantino emprendió entonces la huida, pero el emperador seguía combatiendo en el centro mientras se producían más y más deserciones. Solo la guardia varega y un grupo de mercenarios turcos pelearon heroicamente hasta la amarga rendición final. Se ha afirmado que la destrucción del ejército no fue definitiva porque solo una fracción participó hasta el final. La traición de parte de las fuerzas25 y la pronta huida de otras arrojarían un balance de muertos importante pero moderado y en modo alguno desastroso, así “la derrota bizantina en Mazinkert no fue el gran desastre militar recogido en las fuentes cristianas y musulmanas”26”… pero la realidad es que Bizancio perdió Asia Menor y, con ello, el núcleo de su economía productiva, además de su más importante zona de reclutamiento viéndose obligada a la contratación masiva de mercenarios27. Nunca se recuperó completamente. Ese mismo año los turcos conquistaron y cedieron Jerusalén a los suníes. Pidieron ayuda al Papa… Comenzaba la era de las cruzadas.
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